Protección animal
Protección animal
Pretende compaginar su trabajo actual con el de concejal, renunciar a la partida que le correspondía y dedicarla a “lo que de verdad importa”. Es Adrián Pena, hasta ahora solo un bombero más de Cangas (Pontevedra) pero, tras el fallecimiento del alcalde de su localidad, el pasado mes de febrero asumió su acta y no recibirá por ello compensación económica. Le corresponden 14.000 euros al año pero este joven, ahora ya también político, ha decidido dedicar esta partida "a invertirla en la nueva Concejalía de Protección y Bienestar Animal", explica.
Compatibilizará su trabajo de bombero con el de concejal
Seguirá trabajando en el cuerpo de bomberos y compatibilizará este empleo con su nueva profesión en el gobierno local, sin percibir por ello ningún sueldo. Ha renunciado. En su lugar, dedicará ese dinero a la protección de los animales porque, a su juicio, “el área de animales de compañía siempre estuvo muy abandonada en la localidad”, sostiene.
Los objetivos de Adrián
Busca crear una mesa de bienestar animal, reuniéndose con las protectoras y asociaciones de este sector de la zona, y revisar el número de playas a las que tienen acceso los perros, para intentar incrementarlas. Además, explica, que equipará esos lugares con fuentes, duchas y bebederos para las mascotas, y creará también un censo municipal de mascotas. Su plan pasa, finalmente y ya a más largo plazo, por habilitar un espacio canino de juegos para facilitar la socialización y el bienestar vecinal. Y, para todo ello, necesita esos 14.000 euros que le correspondían.
La sorpresa inicial de sus compañeros de gobierno se ha visto compensada con la reacción de los vecinos de Cangas que han aplaudido el gesto de Adrián. Duplicará su trabajo pero no cobrará por ello.