Coronavirus
Ni las restricciones ni la amenaza de una nueva ola de coronavirus frenan los desplazamientos en Semana Santa. Muchos propietarios intentan burlar los confinamientos y cierres perimetrales argumentando motivos laborales, citas con el médico o causas de fuerza mayor. Por este motivo, en la Comunidad Valenciana han decidido extremar los controles de seguridad.
Lo han hecho con dispositivos en todos los accesos a los municipios costeros hasta el próximo mes de abril. El objetivo es localizar e impedir que ciudadanos residentes en otras comunidades lleguen hasta sus segundas residencias esquivando las restricciones.
El consumo de luz y de agua puede delatar a los infractores
Pero además de esta acción en las carreteras, en los arenales de la comunidad autónoma también se ha incrementado la vigilancia. Allí se desplegarán hasta 50 controles en los próximos días.
En Cullera lo tienen claro: "No queremos que venga la gente en Semana Santa porque queremos que venga en verano. Y para que eso ocurra con garantías hay que tomar medidas", advierte el alcalde del municipio, Jordi Mayor. Asimismo, hasta 10.000 agentes peinan las zonas costeras diariamente con quads, drones y controles de movilidad para evitar los desplazamientos con truco.
Otras localidades van más allá y hasta llegan a controlar si se produce un incremento en la recogida de basura o el consumo de la luz y el agua.
Ante las restricciones, vacaciones en el extranjero
Los hay que, por el contrario, y ante las limitaciones, prefieren salir de España y pasar las vacaciones fuera. De los 18.000 vuelos programados para Semana Santa, 7.000 son internacionales. Turistas franceses y alemanes son los que más visitan nuestro país.