Coronavirus
El uso de las mascarillas ha sido uno de los asuntos más debatidos dentro de las medidas para hacer frente a la expansión del coronavirus. Por lo problemas para acceder a ellas al principio de la pandemia, por las diferentes recomendaciones, por los miles de tutoriales sobre los tipos y sus usos o el precio. Incluso sobre el problema para el medio ambiente que suponen después del uso.
Tras las dudas iniciales las mascarillas se han convertido en un elemento fundamental a la hora de evitar la propagación del virus. Aunque sigue sin haber consenso sobre su uso, incluso algunos son activistas en contra de ellas.
Si nos fijamos en cómo las usan en otros países, vemos que no hay una situación homogénea. En Asia, con experiencia ya por situaciones anteriores, es donde se ha extendido más, siendo habitual ver de forma generalizada gente paseando con mascarillas. En muchos casos tiene también que ver con el incremento de la polución.
En el este de Europa, República Checa o Bulgaria, han impuesto el uso de mascarillas en cualquier espacio público (al aire libre o cerrado) para toda su población. En la Europa occidental se tiende a recomendar para toda la población (excepto niños pequeños), sobre todo en transporte público y espacios cerrados.
Los países nórdicos como Noruega, Suecia o Dinamarca han hecho gala de una política distinta. No recomiendan el uso de mascarillas de forma generalizada entre su población, sino que promueven otras medidas de distanciamiento social.