SIN MEDIOS

¿Cómo controlar a los delincuentes peligrosos?

Bernardo Montoya ha pasado dos décadas en la cárcel, casi la mitad de su vida. Nada más salir ha vuelto a delinquir. Los expertos reconocen que es difícil controlar a estos criminales, para empezar porque faltan medios y medidas que lo faciliten.

Algunos delincuentes peligrosos, como Bernardo Montoya, vuelven a delinquir. La justicia les condena y van a la cárcel. Allí cumplen sus penas, a menudo muy largas. Pero cuando pisan de nuevo la calle, vuelven a ser un peligro ¿qué puede hacer la justicia para evitarlo? Dicen los jueces que "esos delincuentes peligrosos, con las herramientas que tenemos ahora, es muy difícil vigilarlos porque no hay ninguna medida que nos permita el control".

Medidas como las pulseras telemáticas pueden ayudar en algunos casos, como los de violencia de género. Aunque a Silvia no le sirvieron de mucho, hasta 14 pulseras llegó a arrancarse su agresor. Por eso ahora tiene otra defensa, su perro: "Es mi escolta de cuatro patas, sé que no me va a fallar, porque si llamo al 112 o a la policía sé que vana atardar, pero ella está conmigo las 24 horas".

Las fuerzas de seguridad realizan seguimientos no invasivos a ciertos delincuentes. Pero no hay policías para todos, especialmente en el medio rural. Los agentes reclaman más efectivos para conseguir un efecto disuasorio o preventivo, "evitaríamos que estas personas, que potencialmente pueden cometer un delito, desistirían de sus intenciones". La legislación española sólo permite limitar la libertad de los criminales cuando han cumplido sus penas en caso de alteraciones psiquiátricas.

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