FUERON CONSTRUIDAS EN 2004
Las viviendas del Alto de El Cuco fueron autorizadas en 2004 por
el Ayuntamiento de Piélagos, en Cantabria. A diferencia de otras urbanizaciones de Cantabria,
no hay propietarios afectados por su derribo, ya que la aseguradora de la
constructora, Martinsa Fadesa, se vio obligada a devolver las cantidades
aportadas por los compradores.
Formaban parte de un plan parcial que también fue anulado por el
Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) en 2007, y que incluía la
construcción de diferentes tipos de viviendas, hasta 400, de las que finalmente
se edificaron 214.
Los trabajos de demolición durarán seis meses y tendrán un
coste de un millón de euros, al que hay que sumar otros 2,7 millones para la
restauración ambiental de la zona.
Es la segunda urbanización ilegal en ser demolida en Cantabria, tras la de la playa de La Arena, en el municipio de Arnuero, donde se tiró alrededor de un centenar de viviendas.
En la comunidad
autónoma quedan unas 600 viviendas con sentencia firme de demolición y el
Gobierno regional ha impulsado en los últimos años distintas leyes para tratar
de solucionar el problema de los propietarios afectados.