Comida de combate
La comida de combate consiste en raciones empaquetadas de tal forma que sean fáciles de preparar y consumir para las tropas.
Es evidente que los soldados, para dar el 100% en sus maniobras, están sometidos a unas duras condiciones de trabajo, tanto físicas como mentales. Por ello, su dieta tiene que ser energética, pero asimismo equilibrada nutricionalmente.
¿Alguna vez te has preguntado qué comen en el ejército español cuando tienen que estar uno o varios días fuera? ¿O de qué se alimentan en condiciones climatológicas difíciles o donde no pueden suministrarles alimento? En este caso, se alimentan de la comida de combate.
¿Qué es la comida de combate?
La comida o raciones de combate son alimentos empaquetados de tal forma que son muy sencillas de consumir para las tropas en sus maniobras.
Desde los años 90, se comenzó a trabajar con las raciones de combate. Al principio eran raciones colectivas (para 36, 12 o 10 personas) y proporcionaban alimentos equilibrados, ligeros y con buenas propiedades organolépticas para cubrir las necesidades de un día.
No fue hasta el año 1995 cuando aparecieron las raciones individuales de combate. En este caso, una sola ración de combate hace posible que un soldado tenga su propia comida para 24 horas, proporcionándole unas 3500 o 4000 calorías. Y lo bueno es que pesan menos de 3 kilogramos en la mochila.
¿Qué lleva la comida de combate del ejército español?
La ración de combate del ejército español viene dividida en tres módulos que corresponden al desayuno, a la comida (o menú 'A') y a la cena (menú 'B'). De los módulos A y B hay cinco menús distintos.
Por ejemplo, en el módulo del desayuno viene un sobre de cacao en polvo, tres sobres de leche condensada, un sobre de copos de cereales, un paquete de galletas y una chocolatina. En el módulo de la comida, los soldados pueden encontrarse con un sobre de sopa de pollo instantánea, una lata de judías con chorizo, una lata de sardinas en aceite vegetal y una tarrina de crema de albaricoque.
Además, en los módulos se incluyen otros complementos como pastillas depuradoras de agua, dos pastillas de combustible sólido, un sobre de sales para rehidratarse, un chicle, un estuche de cerillas, un hornillo, servilletas de papel, un cepillo de dientes, un sobre de dentífrico y desinfectante de manos.
El menú viene en una caja envuelta por una bolsa opaca de color caqui con el distintivo de las fuerzas armadas. Tiene forma cuadrada y 760 gramos de peso, por ello los soldados españoles lo llaman 'ladrillo'. Cada comida de combate trae instrucciones en español, inglés y francés donde se detalla qué contiene la caja.
De la elaboración de estas comidas de combate, y de otros kits de emergencia, se encarga la Unión Temporal de Empresas (UTE), Raciones de España formada por las empresas Jomipsa (Muchamiel, Alicante), Teógenes Ruiz (Tarancón, Cuenca) y Alonso Hipercas (Alcorcón, Madrid). Además, estas empresas preparan también raciones individuales de combate para ejércitos de otros países, tanto de Europa como de África y Asia. Se encargan de raciones habituales, pero también vegetarianas y halal, de entre 1.000 y 3.350 calorías.
Por último, las empresas de comidas de combate testean los platos y tienen interés en la satisfacción del usuario final. Según diversos trabajadores: "Se hacen catas y rectificaciones de recetas y sabores constantemente".