obesidad
Comer muy rápido también podría relacionarse con la ingesta de alimentos menos saludables, ultraprocesados asociados a un mayor riesgo de obesidad.
"Mastica despacio", "no te lo tragues, mastica", "te vas a atragantar" ¿Cuántas veces te han repetido eso de pequeño? Un estudio de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición concluye que comer rápido está asociado a mayor riesgo de sobrepeso y otros factores cardiometabólicos en la infancia.
El estudio indica que los niños que comen muy rápido presentan menor adherencia a la dieta mediterránea, un mayor riesgo de sobrepeso u obesidady aumento en el nivel de grasa corporal, tensión arterial y glucosa en sangre.
Además comer a más velocidad podría relacionarse con la ingesta de alimentos menos saludables , ultraprocesados asociados a un mayor riesgo de obesidad y alteraciones en el sistema cardiometabólico, los cuales pueden resultar más atractivos debido a su alta palatabilidad.
Por el contrario, masticar lentamente y hacer más números de ciclos de masticación se asocia con la adiposidad. Entonces ¿qué es lo recomendable? Los resultados sugieren que una velocidad de ingesta más lenta podría mejorar el desarrollo de la señal de saciedad, lo que podría limitar la ingesta total de alimentos.
En España cerca del 41% de los niños entre 6 y 9 años presentan sobrepeso u obesidad y la mayor parte de las estrategias para combatirla tienen su base en la actividad física disminuir el sedentarismo y promover la adherencia a una dieta saludable.