UN MATRIMONIO DE ZARAGOZA DENUNCIA OTRO POSIBLE CASO DE NIÑO ROBADO
En 1974 Luisa dio a luz a un niño, según le dijeron, varón. Dos días después, había muerto. Ella recuerda que le dijeron "que lo mejor era decir que era un feto, porque quedaba muy feo tener una defunción en el Libro de Familia".
Tras insistir, siete horas después le enseñaron, desde la distancia, el cuerpo de un bebé. Les bastó para creerlo, hasta que 30 años después vieron un artículo en la prensa. Un caso similar al que habían vivido ellos. Investigaron, y las fechas no cuadraban.
Desde que la fiscalía de Zaragoza comenzó una investigación, el cementerio presencia un desfile casi diario de familias en busca de respuestas. Hasta que llegue ese momento para esta familia, enseñan su rostro, por si ese hermano ve en ellos algún rasgo familiar.