Valla de Ceuta
El personal que se encarga de las obras de de reforma de la valla de Ceuta, que separa la frontera con Marruecos, ha comenzado a colocar nuevas estructuras, tubos antitrepados, para sustituir a las concertinas. El Gobierno las retiró porque atentaban contra los derechos humanos.
El Ministerio del Interior, a través del personal de la empresa Tragsa, ha iniciado las labores de colocación de una especie de tubos metálicos en lo alto de la valla fronteriza, concretamente en la zona conocida como Finca de Berrocal. Esta finca ha sido asaltada en varias ocasiones por los inmigrantes subsaharianos, estando situada muy cerca de la frontera del Tarajal.
Las nuevas estructuras consisten en unos tubos huecos de acero que forman un medio arco y que se considera como una medida menos cruenta pero más efectiva, estando prevista también la colocación de unas planchas metálicas que dificultarán la escalada de los inmigrantes que intenten acceder a Ceuta.
En lugar de las concertinas, que se siguen retirando de la zona de forma progresiva, se están situando estos tubos invertidos, de modo que la persona que alcance lo alto del vallado se topará con ese tubo giratorio que, según los primeros indicios, impedirá que avance. La intención es quitar todas las concertinas del vallado y situar estos medios menos lesivos.