Comunidad Valenciana
Varios médicos que debía vacunar a menores en un colegio de Castellón ha denunciado la presión de un grupo de antivacunas que se concentró a las puertas del centro para manifestarse.
Todo quedó en un susto a pesar de que se temía un asalto al interior del colegio donde iba a vacunarse a varios niños. Un grupo de antivacunas estuvo a punto de sembrar el caos a las afueras de un centro escolar de Castellón, donde organizaron una manifestación contra la vacunación de dichos menores, que estaba autorizada por sus padres.
Uno de los individuos que formaba parte de aquel grupo llegó a adentrarse en el interior del centro, pero no provocó altercados. Una llamada a tiempo a las autoridades evitó que la cosa fuera a más, y finalmente, todos los antivacunas terminaron por disolver la manifestación, sin que hubiera que lamentar daños personales ni heridos de ningún tipo.
Los médicos llegaron a temer por lo que pudiera pasarles y ya reclaman más protección ante una ira que es cada vez más común entre el personal sanitario. Son los propios sanitarios los que denuncian agresiones, insultos e incluso amenazas de muerte, como el caso de siete enfermeras que hubieron de salir escoltadas al no realizar test de antígenos a todos los allí presentes porque su turno había terminado e iban a casa.
El movimiento antivacunas se expande
En muchos países, el movimiento antivacunas está empezando a volverse cada vez mayor. En Estados Unidos, una gran parte rehúsa unirse a la vacunación. Allí, se tienen las peores estadísticas de todo el planeta, con más de 64 millones de contagiados en total y cerca de 850.000 muertos, estando los hospitales abarrotados y sin apenas capacidad de ocupación.
En Brasil, el presidente Jair Bolsonaro ha rechazado vacunarse en todo momento y también niega que la variante ómicron haya acabado con la vida de nadie. Bolsonaro siempre ha realizado comentarios sobre el coronavirus negando su existencia e incluso instó a la población a "dejar de lloriquear" en plenos récords de muertes por COVID-19.
Un importante aspecto a tener en cuenta es no confundir el negacionismo, que rechaza la existencia del coronavirus, con el movimiento antivacunas, que no niega la existencia del virus pero rechaza vacunarse, si bien existen casos en los que se entremezclan tanto el negacionismo como la no vacunación, tal y como sucede con el presidente brasileño.