Cristo de Medinaceli
Cientos de personas se agolpaban a las puertas de la Basílica de Medinaceli, en Madrid. Muchos de los fieles llevaban días durmiendo a la intemperie.
Como marca la tradición, cada año el primer viernes del mes de marzo se celebra el Besapiés al Cristo de Medinaceli. El origen del de esta fecha señalada para los más fieles no tiene una fecha concreta, puesto que la imagen sufrió cientos de traslados por diferentes puntos de España. No fue hasta el año 1939 cuando comenzó a convertirse en tradición, una vez que la imagen permaneció en la Basílica de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli, donde continúa a día de hoy.
Las puertas de dicha catedral se abren el primer viernes de marzo a la medianoche, un evento especial, marcado en el calendario de los devotos y que los lleva a hacer largas colas para ser los primeros en realizar este acto. Este año, pese al frío y las condiciones atmosféricas, han vuelto a ser cientos de personas las que, incluso, han dormido allí desde hace dos semanas. Nos cuentan que es un acto de fe, una "visita al milagroso" que, según afirman, siempre concede lo que se le pide.
Entre las peticiones de los creyentes se repite la salud. Para familias y amigos, también para ellos mismos. Trabajo o amor son las siguientes. En cambio, es la gratitud, el deseo de agradecer al Cristo lo que más destacan las personas que hasta allí se han acercado. Aunque se cuentan por cientos los asistentes justo al abrir las puertas del templo, a las doce de la noche, la Basílica permanecerá abierta hasta 24 horas después, es decir, hasta la medianoche del viernes. Todo un día de peticiones, agradecimientos y ruegos que se materializan con un beso en los pies del Cristo de Medinaceli.
Pasadas las 10:00 horas de la mañana, un coche oficial llegaba a la entrada de la Basílica del Cristo. De él bajaba el rey Felipe VI, quien sorprendía a los devotos que se habían acercado hasta el lugar.
El monarca ha saludado a los presentes y ha entrado al templo acompañado por el himno de España, interpretado por el órgano de la iglesia. En el interior le esperaba un miembro de la familia aristocrática Medinaceli. Como reza la costumbre, el rey Felipe VI besó el pie izquierdo del Cristo, cumpliendo así con la tradición madrileña.
Desde hace seis años que el rey Felipe VI no acude a esta tradición. La última vez fue en 2018. Desde entonces, ha sido la reina Sofía quien le ha representado.
Respecto a la reina Letizia, tan solo ha ido una vez, en 2004, antes de su boda con Felipe VI.
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