Volcán La Palma
El vulcanólogo Raúl Pérez nos da las claves para entender qué está pasando con el volcán de La Palma, por qué ha pasado a fase explosiva, cómo se prevé que avanzarán las coladas y qué cabe esperar en los próximos días.
El vulcanólogo Raúl Pérez, del Instituto Geológico y Minero de España, responde en directo a las preguntas de Manu Sánchez junto al volcán de La Palma y ayuda a comprender todas las novedades de las últimas horas y cómo puede ser el futuro de la erupción de Cumbre Vieja, que este sábado volvió a entrar en fase explosiva en la isla de Canarias.
¿Qué es lo que está pasando ahora mismo en La Palma?
Desde este punto de vista tan privilegiado que tenéis [señala al volcán de La Palma desde el punto de directo], lo que estoy observando es que continúa la fase explosiva estrombolianade la zona superior, sigue construyéndose el edificio volcánico monogenético, que está aumentando en altura y diámetro. Lo que provoca esto es que las explosiones sean cada vez más espectaculares en Cumbre Vieja.
Además, hace poco hemos visto que una segunda colada de lava se sobreponía a la primera en La Palma, lo que se veía muy bien porque la temperatura con los colores nos indicaba que estaba saliendo y estaba empezando a bajar exactamente igual que donde se había hecho ya la autopista la primera colada.
¿Lo primero que te ha sorprendido esta noche es la anchura de la colada?
Las últimas veces que habíamos hecho observaciones teníamos bastantes nubes en la zona de la cumbre delcráter del volcán de La Palma, teníamos también que los vientos nos estaban ocultando con el movimiento de las cenizas cómo era ese cráter y sabemos que el cráter es una cosa dinámica que, según va evolucionando la erupción, va cambiando. Al verlo ahora, veo que ya tiene una entidad importante y que está creciendo para todos los lados de la zona oeste.
¿A qué se deben los movimientos sísmicos y las explosiones de hoy en La Palma?
Las hipótesis que manejamos de lo que está pasando es que todos estos terremotosen La Palmaque se están produciendo a entre 10 y 14 kilómetros de profundidad y que registra el Instituto Geográfico Nacional nos están diciendo que la cámara profunda de 10 kilómetros está sufriendo aportes profundos que están volviendo a llevarla a un estado de sobrepresión. Como existe una conexión entre la cámara magmática y lo que está saliendo aquí, esa sobrepresión aumenta la intensidad de las explosiones y provoca que continúe en esa fase estromboliana.
Por eso vemos ondas de choque, como las de al principio de las erupciones, porque volvemos a tener un estado de presión en cámara magmática y contenido en gas superior.
¿Esto no ha hecho más que empezar?
Si recordáis, de las erupciones volcánicas que se han producido aquí históricamente, la que menos duró fue aproximadamente 3 semanas. Llevamos 2 semanas (la erupción de Cumbre Vieja), por lo que no ha hecho más que empezar y no ha hecho más que darnos nuevos datos. Sabemos, ahora que lo hemos constatado, que tenemos alternancia entre fase explosiva y efusiva y que incluso tenemos diferentes pulsos de terremotos apretando entre 10 kilómetros y entre 5 y 2 kilómetros. Todo esto nos va a permitir estimar hasta dónde puede llegar el volcán de La Palma.
La angustia es lo que compartimos y lo que más nos motiva para hacerlo lo mejor posible nuestro trabajo. Para responder bien a cuánto le queda al volcán necesitamos eliminar las incertidumbres. Para eso, utilizamos las observaciones. Al principio, los días 21 y 22 observamos las ondas de choque y, después de 8 días, hemos vuelto a la fase de onda de choque, aunque tenemos construido un edificio volcánico y tenemos unas fuentes de lava que nos están dando aporte. No quiere decir que hayamos llegado a la fase 1 otra vez y que necesitamos más, pero veremos en las siguiente semanas cómo evoluciona.
¿Las nuevas coladas de lava no están añadiendo destrucción?
En el momento en el que la primera colada de lava, que estaba condicionada por el relieve anterior, ha abierto camino al mar, las siguientes coladas de lava se encuentran que el camino más fácil para llegar es la autopista que ha dejado la anterior.
Tú grabaste la colada del viernes de madrugada...
Fue un momento en el que nosotros estábamos ahí con la intención de observar por qué había fumarolas en la cara norte del volcán de La Palma y por qué había vuelto a una etapa explosiva. En esa fase sabíamos que tenía que generarse una nueva boca eruptiva. Lo que nos sorprendió bastante fue la altura porque fue a 450 metros del anterior, separado de la fisura, que lo que nos dice es que tenemos una cámara muy somera que tiene una amplia extensión y, por eso, estábamos estudiándola. Cuando la vimos, como había cierta distancia, tomamos la primera medida de retirarnos lo suficiente para no estar afectados por material piroclástico, pero fue una fuente de lava, no fue una erupción explosiva.
¿Y aprendisteis mucho?
Aprendimos bastante porque la velocidad que tuvo el movimiento fue alta, vimos que estaba asociada a la formación de dardos de gas, que no habíamos visto antes, y vimos también que estaba en línea con las fumarolas, lo que nos puede permitir más o menos estimar la cantidad de cámara magmática muy somera que tenemos.
¿Con esto podéis hacer un nuevo protocolo de seguridad internacional?
Claro, trabajando con el Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales de la Unidad Militar de Emergencias, gente que tiene una preparación altísima y que además comparte sus conocimientos de seguridad de tal manera que tú eres capaz de diseñar experimentos experimentales de trabajar con la lava durante la erupción de Cumbre Vieja. Nos dimos cuenta que habíamos recopilado una cantidad de información tal sobre las medidas de seguridad que estaban diseñando y los conocimientos científicos que yo tenía, que podíamos hacer un protocolo para evitar cualquier riesgo.