José Luis Moreno
El productor, José Luis Moreno, está detenido por ser uno de los presuntos cabecillas de una organización para estafar y blanquear dinero. A estas horas sigue en la comisaría.
Hasta la una de la madrugada estuvo anoche José Luis Moreno en su productora. Acompañó a la policía en el registro de sus oficinas, que duró 5 horas. La organización criminal que la Guardia Civil vincula a José Luis Moreno podría haber estafado más de 50 millones de euros. La detención de Moreno forma parte de la operación 'Titella', marioneta en catalán, una trama que según los investigadores, creó más de 700 sociedades pantalla, es decir, empresas sin actividad económica, sin empleados, para lavar dinero.
Con esas compañías, ofrecían proyectos y pedían préstamos a bancos y a particulares. Cuando conseguían el dinero, lo desviaban a paraísos fiscales como Suiza, Panamá y Maldivas. Las entidades bancarias y los clientes nunca recuperaban su inversión.
Las claves de la operación Titella
Jose Luis Moreno sale de madrugada del registro de su productoraa los calabozos. Ha acompañado a la policía también en los registros de su casa y de su despacho. Los agentes se han llevado documentación y material informático. Con perros han buscado falsas paredes, bajos fondos donde podría guardar grandes cantidades de dinero.
Del hilo ha tirado un trabajador, descontento por el trato que le daba el productor. Le delató cuando le interrogaron por el asalto que sufrió Moreno en su chalet. Contó las supuestas relaciones de su jefe con una red que se apropiaba de créditos bancarios y privados mediante empresas pantalla.
Luego las cerraban y se quedaban con el dinero. Una organización con una estructura piramidal y dos lineas de negocio. Una de blanqueo del narcotráfico que provenía de Holanda y otra un entramado empresarial para pedir créditos.
Utilizaban directores de bancos, empleados y tenían un notario a sueldo a cambio de suculentas comisiones. De momento, José Luis Moreno no está imputado por narcotráfico pero sí por organización criminal.
El productor utilizaba el dinero de los prestamistas para grabar series de televisión y no lo devolvía. Su último proyecto era una macroproduccion de 300 millones de euros con veteranos actores famosos de Hollywood.