La rebelión de las monjas
El "cisma" está montado y las monjas clarisas siguen manteniendo el pulso al Vaticano y lo hacen en un nuevo campo de batalla. Si antes usaban las redes para vender dulces ahora la tienen para "ir desmintiendo".
Con la Iglesia hemos topado. Las "cismáticas" monjas clarisas de Belorado prosiguen su rebelión en las redes sociales. Las religiosas emprenden una nueva etapa apartadas ahora de la Iglesia Católica y con nueva cuenta de Instagram.
Con solo 4 días de vida, esta cuenta de Instagram @tehagoluz tiene 364 seguidores y el último post quiere dejar claro que ellas no están ni encerradas, ni secuestradas, ni manipuladas, ni alejadas de sus familias. Desmienten además que se vayan de la Iglesia.
Sor Isabel de la Trinidad, madre abadesa, se graba en primer plano para explicar lo que ellas han "ido descubriendo" por su "deseo de la verdad y del abrazo con Cristo".
"Paz y bien, hermanos. Estamos aquí en la Hospedería de San Damián en el convento de Santa Clara de Belorado, nuestra casa, y tenemos intención de comunicaros por las preocupaciones que están surgiendo y que nos llegan pues que estamos bien, que nuestra realidad no es que estemos secuestradas, lejos de nuestras familias y bueno, iremos compartiendo con vosotros, poco a poco, nuestra experiencia, nuestro deseo de ser fieles a la verdad de Cristo que hemos recibido, a la fidelidad a la fe, a la doctrina de la Iglesia Católica. No nos vamos de la Iglesia, os lo iremos explicando, a los que estáis preocupados por esto tener paciencia, os lo iremos explicando. La realidad que tenemos es poder mostraros cosas que nosotros hemos ido descubriendo, nuestro deseo de la verdad y del abrazo con Cristo. Por ir desmintiendo."
Además de la historia publicada comparten también una imagen en la que se ve a una decena de ellas con sus familias y con el religioso que las está acompañando en el proceso, miembro de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, a las órdenes de Pablo de Rojas. Como pie de foto ellas mismas ironizan llamándose: "Hermanas llamadas 'cismáticas encerradas, secuestradas, manipuladas y alejadas de sus familias".
También en esta cuenta se muestra una nueva web en la que van compartiendo contenido de actualidad.
La chispa que prende la llama de este "cisma" es la intención de las hermanas clarisas de vender un convento, el de Derio, para comprar otro, el de Orduña, pero la negativa por parte de la Santa Sede ha detonado el conflicto. En estos momentos la operación inmobiliaria está paralizada y las religiosas han rescindido el contrato para reclamar 1.6 millones de euros por obras de acondicionamiento que han ido realizando en el convento.
En total 15 monjas están ahora en rebeldía contra el Vaticano. Unas hermanas que hasta ahora eran famosas por sus deliciosos dulces. En un extenso comunicado la abadesa afirma que "no todos los caminos llevarán a Roma" y reniegan de todos los Papas desde Pío XII. Ahora solo conceden autoridad a Pablo de Rojas Sánchez-Franco y su llamada Pía Unión Sancti Pauli Apóstol, que fue excomulgado en 2019 por liderar lo que el Vaticano consideró una "secta".
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