durante el verano
1. Baja las persianas y echa el toldo
Desde que sale el sol hasta que casi se pone, es importante que intentemos mantenerlo alejado del interior de nuestra casa. Para ello, baja las persianas y si tienes toldo, no dudes en dejarlo bajado. Con ello estamos evitando que el calor 'se cuele'. Hacia las 21 horas prueba a subir las persianas, es ya un buen momento para que el aire empiece a entrar en casa, y ya no será tan cálido.
2. Utiliza ventiladores
Es un buen aparato para cuando no tenemos instalado el aire acondicionado. Es importante que no lo tengas puesto mirando sólo a un punto, y que gire para que el aire llegue a diferentes puntos de la habitación.
3. Riega las plantas
Parece mentira, pero la humedad y la arena mojada va a refrescar si no tu vivienda, sí la habitación en la que se encuentren. Lo mismo si tiendes la ropa tendida dentro de casa. ¡Notarás las habitaciones mucho más fresquitas!
4. Evita fuentes de calor
El horno y la plancha son fuentes de calor que recalientan nuestra casa. Evita planchar en la habitación, y si pones el horno, asegúrate de cerrar la puerta de la cocina para que el calor no se propague por el resto de la vivienda.
5. Echa agua en las cortinas antes de acostarte
Llena un pulverizador de agua y, antes de irte a dormir, echa un poco sobre las cortinas o estores. De este modo, cuando sople algo de aire por la noche éste será más fresquito.