NO ESTABA BIEN SEÑALIZADO
El accidente de Julen, el niño de dos años que murió tras caer a un pozo de más de 100 metros en una finca de Totalán (Málaga), ha puesto en relieve la gran cantidad de pozos que hay sin cerrar en nuestro país.
El último de ellos lo han denunciado unos vecinos de A Coruña. La poza está al lado de un colegio y tiene un metro de diámetro y unos 20 metros de hondo.
Los vecinos explican que se encuentra parcialmente cubierto con restos de obras y basura y se asienta donde hace unos diez años se levantaba una casa.
El pozo no está señalizado y se encuentra en una zona que es rica en agua por lo que presuponen los vecinos que habrá más pozos como este.