EN LA CATEDRAL ABULENSE
Más de medio millar de personas ha acudido al funeral celebrado hoy en la catedral de Ávila por las nueve víctimas del accidente de autobús ocurrido el pasado lunes en Tornadizos de Ávila, donde se ha lanzado un mensaje de consuelo a las familias y pedido una oración por el conductor del vehículo.
El obispo de Ávila, Jesús García Burillo, ha concelebrado esta tarde, en la catedral abulense, la misa de funeral por las víctimas del siniestro, junto con veinticinco sacerdotes entre los que se encontraban el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, y el obispo de la República de Benín, Bartolomé Adoukonou.
Han concelebrado también la eucaristía los párrocos de las localidades de donde procedían las víctimas mortales, entre cuyos familiares se encontraban María Teresa Altolaguirre, esposa y madre, respectivamente, de Martín Garrido Jiménez, de 60 años, y de Beatriz Garrido Altolaguirre, de 33, ambos fallecidos en el suceso.
Ha estado acompañada de la presidenta de la Asociación Abulense de Síndrome de Down, Pilar Florencio, al ser Beatriz una de las tres personas con este síndrome que viajaban en el autocar accidentado, en la N-403, dentro del término municipal de Tornadizos de Ávila.
También entre los familiares se encontraba Caterine Allende, hija y hermana de Berta Erica Collao Zamora, de 64 años, y Jorge Luis Allende Collao, de 47, ambos de origen chileno pero residentes en Navatalgordo (Ávila). Caterine ha confirmado que los cuerpos de sus familiares no serán repatriados a Chile hasta la semana que viene.
Salvo estos últimos, todos fueron enterrados ayer en las localidades de Arganda del Rey (Madrid) -Antonio Rafael Albarrán, de 79 años-; San Juan de la Nava (Ávila) -Gerardo Yuste Yuste, de 78-; Navaluenga (Ávila) -Consuelo Pérez Ocampo, de 70 años-; Navarredondilla (Ávila) -Beatriz Pérez Rodríguez, de 46-; y Navalosa (Ávila) -Juan González Herranz, de 77 años-, además de en Villanueva de Ávila -Martín y Beatriz-.
Junto a los familiares se ha podido ver a los alcaldes de las localidades de las víctimas, quienes han estado acompañados por numerosas autoridades que han acudido a la eucaristía, en la que también se ha recordado a las veintidós personas que resultaron heridas en el siniestro, nueve de las cuales permanecen ingresadas en centros hospitalarios de Ávila y Salamanca.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, junto con varios consejeros de su gobierno y el alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto, han acudido a la ceremonia, al igual que el subsecretario de Interior, Luis Aguilera, y la directora general de Tráfico, María Seguí.
En su homilía, el obispo de Ávila ha recordado a todos los fallecidos y ha repasado las palabras transmitidas por el papa Francisco, de cercanía y consuelo. El prelado ha reconocido que, en estos momentos, es "muy difícil" encontrar una palabra de consuelo y aliento que pueda aliviar el dolor de las familias, a quienes se ha dirigido con palabras de consuelo y amor, recordando que Jesucristo ha sido el "ejemplo máximo" de amor, al dar su vida por los demás.
De la misma forma, ha resaltado la resurrección como "palabra definitiva" para los creyentes, pidiendo que la Virgen del Carmen, cuya fiesta se aproxima (16 de julio), acoja las almas de los difuntos y los acompañe hasta el lugar de la paz y la felicidad eterna.
García Burillo no ha querido terminar sin hacer un llamamiento a la "responsabilidad" en la carretera y pedir una oración por el conductor del vehículo, R.G.S., de 54 años, en libertad provisional e investigado por nueve supuestos delitos de homicidio imprudente.