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Volcán de La Palma

Los científicos detectan cenizas finas del volcán de La Palma en La Gomera, El Hierro, Tenerife y el noroeste de Gran Canaria

Ante la llegada de cenizas procedentes del volcán de La Palma a otras islas de Canarias, el comité científico recomienda el uso de mascarillas quirúrgicas y la limpieza de azoteas donde se acumule ceniza.

Los científicos detectan cenizas finas del volcán de La Palma en La Gomera, El Hierro, Tenerife y el noroeste de Gran CanariaEfe

El Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) comunica la detección de cenizas finas procedentes de la erupción del volcán de La Palma en la isla de La Gomera. Las zonas afectadas son el Valle Gran Rey y San Sebastián de La Gomera. El viento podría desplazar más cantidad de esta ceniza por lo que el comité científico recomienda el uso de mascarillas quirúrgicas y limpiar las zonas donde se acumule.

La ceniza del volcán llega hasta La Gomera

La previsión meteorológica apunta a un predominio de vientos flojos. El giro del viento podría desplazar la nube de cenizas del volcán de Cumbre Vieja desde el sureste del entorno de La Palma hacia el nordeste, ocasionando un menor impacto en las operaciones aeronáuticas. El Pevolca descarta que se produzca lluvia ácida durante las próximas 24 horas, e insiste en que el efecto de este fenómeno en la vegetación solo se produce si es persistente y no puntual.

La emisión de gases y cenizas del volcán de La Palma alcanza los 5.000 metros, según varios medidores. Los valores medidos de SO2 por la red de vigilancia de calidad del aire reflejan que es buena. El Pevolca también informa que se reforzarán los sistemas de vigilancia de los materiales volcánicos en la columna de agua de mar con la presencia en la zona del buque oceanográfico Ramón Margalef.

Los expertos advierten de la posibilidad de que las ondas de presión asociadas a la actividad explosiva del volcán de La Palma puedan causar roturas de ventanas en un radio de 3 kilómetros. Las deformaciones del suelo siguen mostrando una tendencia estable y la tasa de emisión de dióxido de azufre (SO2) por la erupción continúa en tasas superiores a las 12.000 toneladas diarias.

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