SE ESCANEO A QUIEN CREE EN LA NAVIDAD Y A QUIEN NO
Investigadores de la Universidad de Copenhague utilizaron a diez voluntarios que celebraban la Navidad y a otros diez que no. Les hicieron un escáner mientras les enseñaban por bloques imágenes navideñas y otras cotidianas.
El cotejo de los mapas neuronales resultantes fue claro: al grupo de los indiferentes con la Navidad no se le activaron cinco áreas cerebrales concretas, pero a los defensores de los villancicos y los Reyes Magos, sí. Esa activación que se produce se podría relacionar más con nuestra tendencia a lo trascendental.