Zamora
Félix García, secretario de la organización Canina Leonesa, valora el suceso en la localidad zamorana como "insólito". Dice que en este enclave es algo "habitual" el uso de perros de protección.
La localidad zamorana de Roales del Pan llora la muerte de una joven de 27 años tras un brutal ataque de una jauría de perros. La autopsia del cadáver ha revelado que Arancha murió tras recibir cien mordeduras de los animales. Siete canes -tres mastines, dos perros pastores de carea y dos cachorros de menos de un mes de pastos carea- empezaron a perseguirla. Ella solo pudo avisar en ese momento a su madre, con la que iba hablando por teléfono mientras daba un paseo.
El único perro que faltaba por capturar ha sido identificado este jueves por la Guardia Civil, según informa Europa Press. El animal era un cachorro de aproximadamente seis meses y ha sido encontrado por agentes del Seprona y del Servicio Cinológico de la Benemérita en las inmediaciones de la explotación ganadera donde se produjo el terrible incidente.
El resto de perros que efectuaron el ataque están en la localidad de Simancas. Se prevé que el quinto que ha sido capturado hoy también sea trasladado al mismo centro canino en el que se encuentran los demás. Permanecerán allí hasta que la autoridad judicial decida cuál será su futuro, tal y como lo confirman fuentes de la Delegación del Gobierno de Castilla y León.
Esta salió a rescatarla y su padre llamó a los servicios de emergencias, aunque desgraciadamente la joven ya había fallecido por el brutal ataque. Félix García, secretario de la Sociedad Canina Leonesa, explica para Antena 3 Noticias cómo pudo haberse producido este suceso.
"El hecho es insólito". "No es normal que los perros reaccionen de esa manera", considera García. Virginia Barcones, delegada del Gobierno en Castilla y León, ha explicado que los perros iban sueltos y que el propietario de la finca no estaba en el momento del ataque. La Guardia Civil ya ha tomado muestras de las dentaduras y los microchips de los animales, que siguen controlados por los servicios veterinarios de la Junta de Castilla y León.
Según ha revelado la autopsia, la joven murió tras recibir un centenar de mordiscos de los perros. Los investigadores del caso barajan tres posibles hipótesis sobre por qué los canes atacaron a esta chica hasta la muerte.
La primera suposición es la de que los perros estuvieran hambrientos. En caso de que se diera esta posibilidad de falta de alimentación y cuidados por parte del propietario, se podrían agravar las acusaciones en su contra.
La segunda de ellas explicaría la fiereza de la jauría a través de la presencia de dos cachorros de carea de menos de un mes. Los perros podrían haber reaccionado tal y como lo hicieron como protección hacia estas crías, de ahí que los agentes estén investigando si la víctima se acercó demasiado a los cachorros, ya fuera de forma voluntaria o inconscientemente.
Y la tercera hipótesis es la de que los perros estuvieran nerviosos debido a la presencia en la zona de lobos. El Seprona está trabajando en este supuesto que el propio alcalde de Roales del Pan, David García Montes, confirmó al explicar que en Granja de Moreruela, un municipio a unos 30 kilómetros de donde murió la joven, había tenido lugar hace poco un ataque de una manada de lobos.
Félix García explica que los 'perros de carea' "son los que utiliza el ganadero o el pastor para manejar el rebaño". Cuando se acercan a la persona de forma intimidante, es recomendable "alejarse del rebaño, porque los perros de protección dejan de sentir esa necesidad de proteger y se acaba la amenaza". Los agentes de la Benemérita continúan investigando el caso para dilucidar responsabilidades. Además, los perros van a ser puestos a disposición judicial para estudiar su destino.
Algunas señales previas que indican que el perro está actuando con esa intención maligna son, por ejemplo, detectar un ladrido, ver si tiene las orejas colocadas hacia atrás, si tiene el pelaje de la espalda erizado o si su labio superior está contraído y muestra los dientes.
"Insisto en que la situación es insólita porque si fuera en otras zonas podríamos juzgar el origen del ataque", considera Félix García. En la zona del ataque -en la comarca de Tierra del Pan- es "tradicional" que se usen perros de ganado "para controlar los rebaños y evitar la caza de depredadores silvestres". Para el dueño también es habitual manejar estos animales, por lo que en la localidad zamorana ya hay varios vecinos que han denunciado que el dueño de los canes que mataron a la joven tenía quejas previas.
"Estos perros se suelen tener para los lobos, pero claro, les tienen que tener controlados". Se podría haber evitado, "creo que sí", apuntaba una vecina.
El alcalde de Roales del Pan, David García, ha declarado tres declarado tres días de luto oficial y las bandera de la fachada del ayuntamiento ondean a media asta por el trágico suceso. "Estamos hundidos e intentando sacar fuerzas de flaqueza y protegiendo todo lo posible la intimidad de la familia", declaró.