NO SE PUEDE CAMBIAR POR SU VALOR
La churrería San Blas, ubicada en la calle José Reviriego de este popular barrio de Cáceres, ha vuelto a batir su propio récord y este año ha preparado una cesta de Navidad valorada en 40.000 euros que incluye un coche Audi A1 y una moto Kawasaki de 600 centímetros cúbicos, así como un cheque de 6.000 euros, además de numerosos productos de alimentación que ya están expuestos en un escaparate.
Un ordenador, un televisor, pequeños electrodomésticos como microondas, aspiradora, plancha o freidora, forman parte de una lista interminable con más de 250 artículos que se completa con una tabla de gimnasio, cinco jamones, embutidos, vinos, aceite, leche, licores y otras bebidas.
"Todo lo que necesita una familia para vivir y muchos de ellos son productos extremeños"
"Todo lo que necesita una familia para vivir y muchos de ellos son productos extremeños", ha señalado la gerente del establecimiento, Inés Borreguero, que ha explicado que fue hace cinco años cuando a su hijo se le ocurrió la idea de hacer una cesta navideña "diferente" para sortear entre sus clientes.
La primera ya incluía una moto y estaba valorada en 3.000 euros. A partir de entonces se ha ido incrementando la oferta y el valor hasta llegar a los casi 40.000 euros de este año, 10.000 euros más que la cesta de las pasadas navidades, según ha indicado en declaraciones a la gerente.
"No se admiten devoluciones ni cambios"
Para poder optar a la que probablemente es la cesta de Navidad más valiosa de España, solo hay que comprar una papeleta al precio de cinco euros en la que se juega a cinco número diferentes. Si alguno de ellos coincide con el sorteo del Niño del próximo 6 de enero de 2017, la cesta es suya y tendrá que llevársela "tal cual está", explica Borreguero.
"No se admiten devoluciones ni cambios por el valor de los productos. El ganador tiene que llevarse la cesta según está", incide la gerente de la churrería San Blas. Se han puesto 20.000 papeletas a la venta y "todos los días se venden un montón", resalta al tiempo que confía en que, como otros años, al final se agoten.