Golosinas
Mascar chicle es un hábito "en crisis". Desde que comenzó la pandemia mundial, las compras de uno de los símbolos del S.XX se han reducido a la mitad en todo el mundo.
Para refrescar el aliento, para calmar la ansiedad en momentos de tensión o incluso para vacilar delante de la gente haciendo gigantes pompas. El chicle se convirtió en un éxito a nivel mundial y pasó a ser una de las chucherías más vendidas en todos los países. Ahora, cientos de años después, su venta se ha desplomado considerablemente, provocando que esta golosina deje de estar moda en este nuevo siglo.
Desde el inicio de la pandemia originada por el coronavirus, su consumo se ha reducido a la mitad. Y no solo en nuestro país, que también, sino en todo el mundo: en Países como EEUU se ha llegado incluso a eliminarlo prácticamente del cine o la televisión, algo casi impensable hace unos años atrás.
Este símbolo del S.XX, que formó parte de históricas películas como Grease y se convirtió en un símbolo de rebeldía y felicidad, ha pasado a un segundo plano en nuestras vidas: las mascarillas, los cambios sociales y el teletrabajo son parte de las causantes. Muchos aseguran por la calle que no recuerdan ya ni su sabor, aunque hay otros fieles que admiten no poder vivir sin ellos.
Algunos comerciantes aseguran que la venta ha caído considerablemente. Además, resaltan, los consumidores lo hacen en pequeñas cantidades y a un precio muy bajo, algo que provoca pérdidas en los negocios. "Antes los compraba por palés. Ahora, por unidades", explica a las cámaras de 'Antena 3 Noticias' Ramón, el dueño de un establecimiento de chucherías y frutos secos.
Y no solo hemos dejado de consumirlo, sino que también ha dejado de estar presente en las series o películas que consumimos habitualmente. Esto, sin lugar a dudas, ha provocado pérdidas económicas en el sector, pues somos el reflejo de lo que consumimos. Ahora, esta disminución de ventas ha provocado que el sector de los masticables vuelva a innovar con el lanzamiento de productos llamativos y atractivos para el consumidor. Algunos, incluso, están dando de qué hablar. Es el caso de los chicles adelgazantes que algunos supermercados ya han puesto a la venta y están convirtiéndose en un éxito. Entre sus componentes podemos encontrar algunos productos que metabolizan la grasa acumulada: zinc y probióticos.