MÁS DE 100 FAMILIAS AFECTADAS
El patio pertenece a un cortijo que lo explota para celebrar eventos, por ello las familias que viven en esta urbanización están indignadas.
Los vecinos denuncian que no pueden dormir porque hay fiesta y música hasta altas horas de las madrugada. Se quejan, además, de que el precio de sus viviendas se ha devaluado un 20 por ciento.