MUCHOS TIENEN MIEDO DE VOLVER A SUS CASAS
Lorca ha pasado su segunda noche en vela. Unas 6.000 personas han tenido que dormir de nuevo a la intemperie, y esta noche ha sido fría.
Se han vuelto a repartir mantas y agua para los desalojados que se han refugiado en alguno de los cinco campamentos instalados por la UME y la Cruz Roja.
Muchos de los que han dormido en la calle son inmigrantes sobre todo saharahuis y ecuatorianos. Ellos no tienen familiares que los acojan ni tampoco una segunda residencia a la que poder marcharse. Los que no han perdido sus casas tienen miedo de volver y sólo han regresado para recoger lo imprescindible.
La ciudad está tomada por militares, bomberos y servicios de emergencia. Trabajan para garantizar la seguridad de los ciudadanos que siguen deambulando entre los escombros.
Los destrozos son tales que el Consorcio de Compensación de Seguros cree que las indemnizaciones alcanzarán los 36 millones de euros. Aunque la solidaridad ha llegado rápido desde cualquier punto de España.
Más de 300 personas tuvieron que ser atendidas tras los terremotos. Solo 17 ingresaron en algún hospital. Los tres heridos más graves, dos mujeres y un niño de tres años, evolucionan favorablemente y están fuera de peligro según el último parte médico.
Lorca tardará tiempo en levantarse el temblor ha dejado sepultadas además de vidas, las casas y los negocios de muchos vecinos.
Con este panoraman en sus casas, muchos se han visto obligados a guardar sus vidas en una maleta.