COVID-19
La pandemia de coronavirus tiene al límite a los centros de salud, que buscan una manera de salir adelante.
La actual situación en los centros de salud no pinta nada bien, y así lo quieren transmitir muchos de los integrantes de las plantillas, que se encuentran saturados, cansados, agotados y exhaustos ante las continuas avalanchas de solicitudes para hacerse una prueba contra el coronavirus y el posterior seguimiento en caso de que haya dado positivo.
Los sanitarios han mostrado en más de una ocasión su hastío, puesto que, 22 meses después del inicio de la pandemia, la gran mayoría considera que todo ha ido a peor. La carga de trabajo ha pasado a ser considerado incluso un extra sin importancia para algunos miembros de la sanidad que reciben amenazas o agresiones por la realización de sus labores.
Algunos sanitarios ya aseguran que están "más que desbordados", mientras hay quienes advierten que la realización de pruebas está olvidando lo importante, tal y como señala Rubén Villa, integrante de Sociedad Asturiana de Medicina Familiar: "Esta es la ola de la prisa. Estamos dejando de hacer lo importante, que es atender a los enfermos de verdad".
Todo se debe a problemas administrativos
La masiva solicitud de pruebas está conllevando a un continuo trámite burocrático que hace imposible la llegada a los centros de salud de las personas que se encuentran verdaderamente enfermas. Esto está provocando un retraso continuo que se ha visto aumentado por la Navidad, donde el número de pruebas a realizar ha sido muchísimo mayor que en una semana normal.
Sin embargo, por ahora no hay síntomas de que la situación vaya a cambiar. El final de las vacaciones de Navidad no ha permitido que se vea luz al final del túnel, sino más bien todo lo contrario. Los centros de salud siguen saturados y el personal también empieza a estarlo ante el pasotismo que hay de cara al bienestar de los sanitarios desde hace mucho tiempo.
María José Rivas, integrante de Sociedad Valenciana de Medicina Familiar, nos explica cómo se vive desde adentro: "Llevamos dos o tres semanas así y no se ha tomado todavía ninguna medida". Los sanitarios, además de cansados, están hartos, y piden ayuda ante una pandemia que ya les ha superado, y les tiene con los ánimos por los suelos.