Coronavirus
Con motivo de la aparición de la infección por el nuevo coronavirus, el Ministerio del Interior ha creído necesario dictar unas normas de actuación al respecto.
Los funcionarios de prisiones tienen la instrucción expresa de aislar en "celda individual y con la puerta cerrada" a los presos que puedan ser sospechosos de padecer el coronavirus como medida preventiva para evitar una eventual propagación de la infección a otros reclusos y al personal del centro penitenciario en el que se encuentre internado.
Basándose en las recomendaciones que viene formulando el Ministerio de Sanidad desde que se conoció la dimensión del brote iniciado en China, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha ofrecido unas pautas para que el personal sepa cómo actuar si se registrase algún caso entre los muros de la cárcel.
Es una medida de carácter preventivo, ya que hasta el momento no ha habido ninguna sospecha. "Se desconoce la fuente de infección; pero por similitud con otros coronavirus se cree que trasmite principalmente por gotas respiratorias de más de 5 micras y por el contacto directo con las secreciones infectadas", avisa el documento, que también explica que "el periodo de incubación de la enfermedad se ha estimado entre 2 y 12 días pero podría ser de hasta 14 días. La sintomatología que presentan las personas afectadas consiste en fiebre, tos, malestar general, dificultad respiratoria, etc".
El texto ofrece seis recomendaciones a los funcionarios a fin de prevenir el contagio. La medida "más importante" para reducir la transmisión es el "lavado de manos con frecuencia" antes y después del contacto con el preso que pueda presentar síntomas.
Si se cree que un determinado recluso puede estar contagiado, la instrucción precisa que el interno deberá "utilizar una mascarilla quirúrgica, se le aislará en celda individual y la puerta permanecerá cerrada".
Cuando haya que proporcionarle atención y aquél se encuentre a menos de un metro de distancia, el funcionario deberá llevar el equipo de protección personal formado por bata resistente a líquidos, protección ocular antisalpicaduras, guantes y mascarilla.
En el supuesto de que el interno se encuentre a más de un metro, bastaría con que el personal que lo atienda utilice mascarilla FFP2 o FFP3 y guantes desechables no estériles, si bien el empleo de estos equipos no sustituye el lavado higiénico de manos antes y después del contacto.
El funcionario tendrá la obligación de avisar "de forma inmediata" a las autoridades sanitarias solicitando "la valoración del interno", la recogida de muestras y, si fuera necesario, el traslado a un hospital. La incidencia se deberá comunicar también a la Subdirección General de Sanidad Penitenciaria.
La instrucción detalla que, en caso que no fuera necesario el ingreso hospitalario del interno, éste deberá permanecer en su celda individual en situación de aislamiento y "vigilancia activa" durante 14 días.