TRES DENUNCIAS
Una mujer de 52 años denunció el pasado lunes a un celador de la clínica Virgen Blanco de Bilbao por un presunto delito de abuso sexual. Horas más tarde, dos pacientes más denunciaban la misma situación en dependencias policiales.
La primera víctima sufrió tocamientos por parte del celador tras salir de una gastroscopia y colonoscopia con anestesia. El celador aprovechó el estado de desorientación habitual tras este tipo de pruebas para manosear a la paciente mientras la pedía que se relajara y la cuestionaba sí estaba disfrutando.
El estado de indefensión era tal, que la víctima abandonó el centro con muchas dudas, cuestionándose si lo que había vivido era real o se lo había imaginado. Tras las denuncias interpuestas, la dirección del centro ha procedido a retirar el celador de su puesto y abrir un expediente informativo.
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