Juicio del caso Ardines
Turno para la mujer de Pedro Nieva en el juicio por el caso Ardines.
El juicio del 'caso Ardines' continúa y hoy ha declarado por videoconferencia la mujer de Pedro Nieva, el acusado de inducir el crimen de Javier Ardines. En su declaración ha negado que su marido estuviese "desesperado" tras descubrir la relación de ésta con la víctima.
La mujer de Pedro Nieva es la prima de la esposa del fallecido Javier Ardines y ha asegurado hoy que su marido "nunca le ha controlado porque es una mujer a la que no le gusten que la controlen". Además ha desmentido llevar 30 años de relación extramatrimonial con la víctima "tal y como se dice", asegura que "mantuvieron relaciones sexuales esporádicas desde hacía 4 años porque su matrimonio iba mal".
Según la investigación Pedro Nieva tuvo conocimiento de la infidelidad de su mujer en diciembre, aunque ella ha asegurado que "antes de diciembre yo ya estaba mal con mi marido, cada vez la relación iba a peor" y añade que en el momento de los hechos "él hacía su vida por un lado y ella por otro".
La testigo ha negado que se sintiese "martirizada" con el trato que le daba su marido o que éste le controlase el dinero y la "castigase" con ese asunto. Sí ha insistido en que durante el último año "las cosas estaban fatal entre los dos" y ella también desconfiaba de su marido, de ahí que se mirasen el móvil mutuamente y que se enviasen mensajes de constantes reproches.
"No estábamos bien, el matrimonio estaba mal. En esa época estábamos muy, muy mal. Yo estaba mal con él y él estaba mal conmigo, no recuerdo mensaje por mensaje porque hace mucho tiempo pero cuando uno está mal envía una burrada y otro le contestaba con otra mayor", ha dicho.
La de este lunes es ya la octava jornada del juicio contra los cuatro acusados de asesinar al concejal llanisco. En el banquillo se sientan Pedro Nieva como supuesto inductor del crimen, Jesús Muguruza, acusado de ser el intermediario con los dos supuestos autores materiales de la muerte de Ardines, Maamar Kelii y Djilali Benatia. Los cuatro se enfrentan a una pena de 25 años de prisión.