INFORME DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE PEDIATRÍA
Casi la mitad de los padres confiesa haberse dejado alguna vez a sus hijos olvidados dentro del coche, siendo este grave despiste la causa más frecuente de golpe de calor entre los menores durante el verano, algo que puede provocarles incluso la muerte.
Un dato preocupante que ha aportado hoy el doctor Jordi Pou, coordinador del Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones de la Asociación Española de Pediatría (AEP), quien ha agregado que un porcentaje algo superior de los progenitores confiesa que ha dejado alguna vez a sus hijos dentro del vehículo mientras hacía un recado.
El doctor ha asegurado, que aunque estas cifras son muy alarmantes se corresponden con estudios científicos realizados en la Unión Europea que ponen de manifiesto que este problema es más frecuente de lo que se piensa.
Puesto que la temperatura corporal del niño asciende de 3 a 5 veces más rápido que en el adulto, debido a una menor reserva de agua, son los más pequeños, de entre 0 y 4 años, las principales víctimas de los casos de hipertermia, un trastorno grave que suele ocurrir en menos de 20 minutos y que causa la muerte en dos horas.
Y es que, según advierten los expertos, durante los meses de verano la temperatura en el interior del coche puede subir de 10 a 15 grados en menos de un cuarto de hora. Dejar las ventanillas abiertas total o parcialmente tampoco es seguro, ya que el aire no consigue reducir ese ritmo de aumento de temperatura.
"El aparato respiratorio de los niños, que aún se encuentra en desarrollo, los hace más vulnerable al agotamiento por calor. Si esto se prolonga y los líquidos del organismo del niño no se reponen, se produce el golpe de calor que es la forma más severa de daño ocasionado por altas temperaturas y que pone en peligro inminente la vida del niño", ha comentado el doctor.
Entre las principales recomendaciones, los médicos aconsejan que si el golpe de calor es grave, se lleve al niño a un lugar fresco y ventilado, quitarle la ropa y ofrecerle una solución de rehidratación oral, que se puede adquirir en una farmacia.
Con un paño húmedo conviene refrescar su cuerpo, y en especial su nuca y sus muñecas. También es aconsejable elevar un poco los pies del suelo y abanicarle con el objeto de facilitar la transpiración. "Aunque tu bebé mejore, es aconsejable llevarlo a urgencias para que el médico señale un diagnóstico más preciso", ha dicho el experto.