Turismo
Los vecinos de Duruelo se han cansado de las quejas de los turistas que no son capaces de adaptarse a las condiciones de la vida en el campo ni para pasar unos días. Por eso, advierten de cómo es la vida en sus calles e invitan a quedarse a toda persona que sea capaz de aceptarla.
Encontramos el famoso cartel de Duruelo, en Segovia, justo en la entrada del municipio. Se trata de un cartel que avisa que entramos en un pueblo español. Nos advierten también que si decidimos entrar será “bajo nuestro propio riesgo”.
En este caso no se refieren a que exista algún peligro, simplemente quieren decir con este cartel que si visitamos el pueblo nos vamos a encontrar con sonidos de campanas, gallos, tractores o ruidos de cencerros. En definitiva, sonidos típicos y básicos de los pueblos.
Este cartel ha sido una iniciativa del propio Ayuntamiento de Duruelo que quería dejar claro lo que significa vivir en una zona rural. En el cartel nos aclaran que tienen campanarios que suenan, gallos que cantan muy temprano, rebaños que viven cerca y que pueden llevar cencerros en el cuello o agricultores que trabajan la tierra para que todos podamos comer.
Muchos ruidos que cuando nos acercamos a cualquier pueblo podemos escuchar. Sonidos que en las ciudades no existen, pero que en los pueblos es algo tan habitual que incluso pasa desapercibido por los vecinos.
Todos los locales ya están acostumbrados a estos ruidos, es el día a día de todas las personas que viven en pueblos. Sin embargo, hay turistas o personas que tienen su segunda residencia en Duruelo a los que no les gustan estos sonidos.
El Ayuntamiento del municipio empezó a recibir numerosas quejas por este motivo. De este modo, decidieron tomar las riendas sobre el asunto y lo han hecho dejando claro en el cartel lo que todo el mundo se iba a encontrar dentro del pueblo.
El mismo alcalde del pueblo, Juan Carlos Montero Bartolomé, aclara que “no se prohíbe nada, solamente se dice como se vive y ya está”. Por eso en el cartel advierten a los visitantes que si no son capaces de soportar los sonidos del campo, que están en el lugar equivocado.
Por otro lado, el alguacil, Hilarión Alonso, afirma que son sonidos básicos de todos los pueblos. Además, nos cuentan tanto el alcalde como el alguacil que ya han tenido que parar el reloj del ayuntamiento para no molestar a los turistas. Señalan que al final han tenido que adaptarse, pero que es una cuestión de que todo el mundo lo haga.
“Los gallos, las ovejas, los perros es algo muy normal en los pueblos”, asegura una de las vecinas. Los habitantes de Duruelo se sorprenden por estas quejas porque consideran que “es más agradable el sonido de un animal que el de las ciudades”.
No obstante, en el mismo cartel dejan claro que darán la bienvenida y recibirán con gran amabilidad a todo aquel al que no le molesten los sonidos de campo. De hecho, el mismo alcalde asegura que estarán encantados de recibir a cualquiera que quiera visitar el pueblo de Duruelo para hacer turismo.
El pueblo es conocido por ser un lugar de descanso rodeado de naturaleza. Además, sus vecinos también invitan a visitar el municipio. Una de ellas comentaba que “tendría que ir más gente a hacer ruido”.
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