Marta Calvo
Con fecha del 13 de noviembre, seis días después del crimen de Marta Calvo, el presunto asesino, Jorge Ignacio escribió una carta en la que asegura no ser "un monstruo de mujeres".
En una misiva a la que ha tenido acceso Levante-EMV, Jorge Ignacio, insiste en que la muerte de la joven fue "un accidente" y añade que tras "darse cuenta" no sabía qué hacer y preso del "pánico" " se dejó llevar".
En esta carta el descuartizador confeso asegura no ser un "monstruo asesino de mujeres", siendo este plural significativo ya que en el texto tan solo hace referencia a Marta Calvo.
El detenido entregó el manuscrito a los investigadores tras confesar que había descuartizado a la joven de Estivella, aunque no reconoce haberla matado.
Según su declaración a la que ha tenido acceso en exclusiva Espejo Público ambos estuvieron bebiendo Wisky, "que ella trajo", consumiendo cocaína y manteniendo sexo. También según sus palabras se fueron a dormir y fue a la mañana siguiente cuando vio que Marta estaba muerta.
La única alusión directa a Marta en la misiva es que le "caía muy bien" y apela a la "justicia divina".
En todo momento intenta exculpar a su madre de todo este suceso y en la carta dice estar muy preocupado por la "humillación" a la que puedan llevar a su madre sus acciones.
Jorge Ignacio asegura que su madre es "lo más hermoso" que tiene y lamenta no haberle hecho caso: "Ojalá le hubiera hecho siempre caso".