COMPETICIÓN EN ESTADOS UNIDOS
Se compiten en medio de bosques o en circuitos improvisados, con escenas propias de una película de ciencia ficción. Sólo hay que disponer de unas gafas especiales, un dron de carrera y delimitar bien el circuito por el que se va a correr.
Los reflejos son también importantes. No en vano esta competición ya ha recibido el nombre de la “Fórmula Uno” de los drones.
En EE.UU cualquier lugar es bueno para poner a prueba a estos pequeños voladores. Llevan cámaras integradas que permiten la visión en primera persona. Parece como si el piloto estuviese dentro de un videojuego.
Un parking o un circuito improvisado en mitad del campo. Basta con sembrar unos obstáculos y el espectáculo está servido. Según el nivel de experiencia en aeromodelismo, hay aparatos que llegan a superar los 100 kilómetros por hora.
Una moda que también se extiende por Europa. Al estilo de la Guerra de las Galaxias. En Francia se celebra un torneo cada año y quiere convertirse en referencia mundial. El bosque obliga a los pilotos de drones a mostrar su pericia a la hora de sortear obstáculos, como otros competidores y árboles.