Migraciones
El drama migratorio en Canarias no cesa. "Siempre hacen falta manos. Llegamos a las 5 de la mañana y terminamos a las 4 de la tarde", señala Pepe Díaz, voluntario de Protección Civil.
Canarias ha vivido esta semana un repunte de inmigración con la llegada de cerca de 1.500 personas. Solo este sábado han llegado alrededor de 600 inmigrantes en 12 embarcaciones. La mayoría de ellos, más de 500, han sido rescatados cerca de la isla de Lanzarote, el resto en Fuerteventura. En la madrugada del jueves rescataron a más de 400 personas en el Atlántico en tres cayucos. Fue un barco mercante el que dio la voz de alarma al localizar una de las embarcaciones y cuando llegó Salvamento Marítimo localizó a las otras dos.
En uno de los cayucos, cerca de la isla de El Hierro y con 190 personas a bordo, se vivió el nacimiento de un bebé. Una mujer daba a luz en plena travesía y ella y el recién nacido fueron trasladados en helicóptero a Tenerife.
Otra de las embarcaciones, que llevaba más de diez días en el mar, se encontraba a la deriva y sus ocupantes en muy malas condiciones. Viajaban cerca de 70 personas que en un principio relataron que al menos 10 compañeros habían fallecido por el camino y habían sido arrojados al mar, después se ha sabido que los muertos pudieron ser muchos más. Además, un hombre que sobrevivió a la travesía falleció por inanición y consumo de agua salada poco después de tocar tierra.
Otro cayuco en el que viajaban 160 personas era trasladado por la Guardamar Talia de Salvamento Marítimo al muelle de Arguineguín en Gran Canaria, y entre sus ocupantes viajaba un menor de solo 3 años.
La mayoría de los migrantes fueron trasladados a El Hierro, y en el Centro de Atención Temporal para Extranjeros los voluntarios volvían a pasar la noche en vela para atenderlos: "Siempre hacen falta manos. Llegamos a las 5 de la mañana y terminamos a las 4 de la tarde", cuenta Pepe Díaz, voluntario de Protección Civil. Pepe nos cuenta que ellos tratan de que los inmigrantes estén un poco más a gusto cuando llegan, los escuchan, y les preparan té caliente con mucha azúcar como a ellos les gusta.
Juan Luis es otro de los voluntarios que ayuda en el CATE y, a las puertas del centro, explica la situación en la que llegan: "Vienen con llagas en las nalgas, los pies, el cuello… Los pies de patera que es cuando se les hinchan por el contacto con el agua y la gasolina".
En el CATE de El Hierro hay cerca de 350 personas, allí pasan como máximo 72 horas bajo custodia policial y luego son derivados a centros en Tenerife o Gran Canaria y a la península. Pero solo los mayores de edad, los menores se quedan y los centros de acogida están saturados con más de 5.500 menores tutelados. "Hay falta de personal, también hacen falta psicólogos porque son menores con necesidades especiales por lo que han vivido", dice Candelaria Delgado, Consejera de Infancia del Gobierno de Canarias.
Otro de los sectores que pide refuerzos es la Policía Nacional. Desde los sindicatos aseguran que trabajan con déficit de personal y malas condiciones laborales. "Se hace totalmente inviable que la plantilla canaria se haga cargo de este dispositivo", explica César Barrientos, secretario de acción sindical del SUP en Canarias. En lo que va de año han llegado más de 18.000 personas por la ruta canaria.
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