Pesquero gallego
Tras suspender la búsqueda de los 12 marineros desaparecidos, la Policía canadiense ha informado de que no investigará el hundimiento del pesquero gallego al haber ocurrido en aguas internacionales.
Los familiares de los tripulantes del buque pesquero 'Villa de Pitanxo' han despertado este viernes con la noticia de que la Policía Montada de Canadá no investigará las razones del naufragio al haber ocurrido en aguas internacionales. Las autoridades de ese país ya habían suspendido la búsqueda un día y medio antes y tras prolongarla 12 horas más de lo que establece el protocolo canadiense para estos casos.
Mientras tanto, en España, las familias piden que se les siga buscando. "Sabemos, desafortunadamente, que no están vivos; pero son 12 personas cuyos cuerpos merecen ser encontrados", reclamaba ayer María José de Pazo, hija de uno de los desaparecidos.
Identificación de las víctimas
La Policía canadiense, en cualquier caso, indicó que proporcionará asistencia al forense "para recibir a las víctimas de la tragedia en el puerto de San Juan de Terranova, ayudar a la identificación de las víctimas y la eventual repatriación de los restos a sus países de origen", según recoge la agencia Efe.
El Villa de Pitanxo, con base en la ciudad pontevedresa de Marín (España), tenía una tripulación de 24 personas de las que tres han sobrevivido.
Barcos españoles, portugueses y canadienses que acudieron al rescate pudieron recuperar los cuerpos de nueve de los tripulantes, mientras otros 12 permanecen desaparecidos. De los 24 tripulantes, 16 eran de nacionalidad española, cinco peruana y tres ghanesa.
Investigación del Ministerio de Transportes
En paralelo, el Ministerio de Transportes de España ya ha abierto una investigación y recopila pruebas como los registros electrónicos o las señales de emergencia. Esta cartera tiene, a partir de ahora, un año para emitir un informe con el que esclarecer qué pasó con el 'Villa de Pitanxo'.
Por último, las autoridades canadienses han señalado que en las próximas horas esperan la llegada a San Juan de Terranova de los dos barcos que transportan a los supervivientes y a los cuerpos recuperados.