Seguridad vial
Desde el pasado 6 de julio, los fabricantes de automóviles están obligados a incorporar una serie de sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS) en los nuevos modelos de vehículos que quieran vender en la Unión Europea.
Con el objetivo de conocer si el conductor de un automóvil muestra signos de fatiga, la Unión Europea va a obligar a los fabricantes de automóviles a incorporar cámaras en los vehículos. Con ellas se pretende detectar el cansancio del conductor midiendo la frecuencia de parpadeo, así como la inclinación de la cabeza.
Entre esta serie de sistema avanzados se encuentran un control de crucero inteligente, que conecta el control de crucero con un sistema de reconocimiento de señales; un detector de tráfico trasero que facilita las maniobras o una caja negra que puede ayudar a conocer las causas de los accidentes. Todas estas medidas funcionan gracias a diferentes sensores como radares, ultrasonidos o cámaras externas que procesan información sobre el entorno que rodea al vehículo.
La UE menciona algunas como sensores en el volante que detecten un aumento de correcciones rápidas e importantes o herramientas que controlen la posición del vehículo en la carretera respecto a las marcas viales.
Además de estas cámaras que rodean el vehículo, también se recogerán datos sobre lo que ocurre dentro del vehículo, teniendo como foco principal al conductor. Los vehículos que quieran ser homologados en la UE a partir de este verano, deberán incorporar sistemas que midan el nivel de alerta, el sueño y la fatiga del conductor. Si se detecta somnolencia, se enviará una alerta acústica, visual o sensorial al usuario. Estas medidas, que algunas marcas como BMW ya introdujeron voluntariamente en sus modelos, serán obligatorias para cualquier coche nuevo vendido a partir de 2024.
La solución por la que apuestan los fabricantes es instalar sistemas de seguimiento ocular o reconocimiento facial en los coches: pequeñas cámaras colocadas en puntos estratégicos desde las que observar lo que ocurre en la cabina. Affectiva es el proveedor más grande del mundo de los llamados sistemas de monitoreo de conductores. La compañía estadounidense tiene contratos con 14 grandes fabricantes de automóviles. Los sistemas de la empresa analizan todo lo que ocurre en el interior del vehículo, incluidos los rostros de los ocupantes de los asientos traseros.
¿Seguridad o privacidad?
Aunque el debate aún no se ha abierto del todo es importante plantarnos qué pesa más en ciertos casos, si la seguridad o la privacidad. Con el auge de las tecnologías, son muy frecuentes las preguntas: ¿dónde van a parar nuestros datos?, ¿por cuánto tiempo se conversan?, etc.
A pesar de este dilema, la normativa de la UE insiste en la importancia de que los coches incorporen sistemas de vigilancia, tanto en el interior como en el exterior del vehículo. El reglamento se refiere a ellos como sistemas de advertencia de somnolencia y pérdida de atención del conductor (DDAW).