Vigo
El barrio del Calvario de Vigo, históricamente de fama conflictiva, cambió con la revitalización de la zona. Pero ahora, el acceso subterráneo a uno de los edificios comerciales del barrio lo que ha colocado de nuevo en el punto de mira.
A pesar de la fama conflictiva que arrastra históricamente el Calvario, este barrio de Vigo lleva años atravesando una profunda transformación. La construcción de nuevos edificios y la dotación de servicios, con la incorporación de nuevos centros comerciales, lo han convertido en una de las zonas residenciales con más tirón de la ciudad.
Sin embargo, es precisamente un acceso a uno de estos edificios comerciales del barrio lo que lo mantiene en el punto de mira. Se trata de un paso subterráneo en la calle Jenaro de la Fuente que lleva directamente al Centro Comercial Bodegas Bandeira. El fuerte olor ya avisa, antes de bajar las escaleras, de lo que se puede encontrar dentro. Heces, orina y montones de basura. Hay botellas de alcohol, ropa y hasta restos de papelinas de droga.
"Es una situación que se repite en otros barrios de la ciudad", señala Raúl Fontán, presidente de la asociación de vecinos de El Calvario. "Pero este es uno de los puntos de trapicheo y consumo de droga más importante de la ciudad".
Raúl asegura que hay preocupación entre los vecino y miedo "porque es una zona muy transitada, con mucha actividad comercial y justo en frente hay un instituto". La preocupación les ha llevado a ponerlo en conocimiento del ayuntamiento y la policía y aunque asegura que sí que acuden y vigilan la zona, reconoce que "es muy difícil encontrar una solución; debería pasar por el cierre de esta boca subterránea".
Un punto que supuso un antes y un después
Llama la atención que esto ocurra en un lugar que supuso un antes y después en el barrio. Hace nueve años, el ayuntamiento rehabilitó y amplió este edificio -el edificio 'Bodegas Bandeira'-, y lo reconvirtió en el actual centro comercial.
La intervención supuso, también, la "humanización", tal y como el alcalde de Vigo llama a la peatonalización, de dos calles, la de Vizcaya y la de Extremadura. Además de convertirse en un factor de creación de empleo y dinamización del comercio en la zona.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos y la revitalización del barrio, muchos vecinos se quejan de ese punto negro subterráneo. Un paso que debería dar acceso al aparcamiento de la zona comercial y que, sin embargo, está bloqueado.