TIENE 62 AÑOS, BUENA APARIENCIA FÍSICA Y ES CULTO
En una calle del madrileño barrio de Chamberí, donde vivía de alquiler, ha sido arrestado recientemente cuando iba a perpetrar otro atraco pertrechado con sus herramientas básicas: una pistola, un arma blanca y una cartulina escrita a mano con la frase: "Esto es un atraco, mantén la calma y haz lo que te diga".
Ahora está de nuevo en la cárcel, desde donde podrá leer lo que se escribe hoy sobre él, cuarenta años después de que los periódicos ya se hicieran eco de sus hazañas. En sus mejores momentos el histórico ladrón llegó a crear escuela.
"Os libráis porque vais de paisano, si hubierais ido de uniforme os acribillo", espetó Antonio Padilla Córdoba a los agentes que le trincaron hace unos días. Y los policías sabían que hablaba en serio porque ha herido a varias personas durante su dilatada "carrera" y porque le han detectado una enfermedad terminal y ahora "no tiene nada que perder, le da todo igual", han desvelado a Efe fuentes de la investigación.
Con 62 años y aún quince años de condena por cumplir -solo había estado en la cárcel seis de los más de veinte que le cayeron por atracos con violencia. Los investigadores creen que, de haberse visto acorralado, habría hecho lo mismo que hizo en noviembre de 2014 Enrique Lago Fariñas, alias "el escayolista", quien mató a una agente y dejó herido grave a otro tras atracar un banco en Vigo.
Eso sí, Antonio Padilla no quería que le pillasen y hacía vida de "jubilado" en su barrio, con buena vestimenta y sin relacionarse ni con su familia ni con nadie. Vivía de alquiler y solo robaba para vivir bien, sin vicios ni estridencias.