Topless
El temor a que se difundan fotos en topless hace que muchas mujeres rehúsen de tomar el sol de esta forma en las playas de nuestro país. Las jóvenes son las que más miedo sienten para realizar esta práctica.
La chicas hacen menos topless en nuestras playas. Así lo confirma el Instituto de estudios de opinión y marketing de Francia (IFOP por sus siglas en francés), que en su último informe sobre esta cuestión dice que la tendencia del topless está decayendo tanto en nuestro país como en el extranjero.
Sin embargo, España sigue siendo la región de Europa en la que hay más mujeres tomando el sol de esta forma. Este mismo verano, la Generalitat de Catalunya anunciaba que mostrar los pechos en las piscinas públicas de la comunidad dejará de estar prohibido.
Precisamente Francia fue el país innovador en esta cuestión. En los años 80 las mujeres galas fueron las primeras que pusieron de moda el topless, pero ahora la situación es bien distinta. Allí, al igual que en nuestro país, existe un debate sobre la aceptación social del desnudo y de desvelar los pechos en lugares públicos.
El análisis se ha basado en 5.000 mujeres europeas, de las que 1.000 eran francesas. En el país galo solo un 19% de las mujeres deciden hacer topless actualmente, y de ellas la mayoría tienen entre 50 y 60 años. Pero esta decadencia se ha producido en tan solo tres años. El informe asegura que en el continente europeo esta práctica ha bajado una media de un 10%.
Son muchos los factores que llevan a las chicas a dejar de mostrar sus pechos en las playas. Las que más rehúsan de hacerlo son jóvenes. Un 50% asegura que el miedo a sufrir una agresión sexual es la causa principal por la que no hacen topless, mientras que un 48% deciden no practicarlo para evitar ser objetos de comentarios intimidantes o miradas lascivas de los hombres.
El miedo a que les hagan fotos con el pecho al descubierto y que las publiquen por redes sociales es la tercera razón (46%) por la que el topless está decayendo en nuestras playas.
El temor a que se hagan públicas estas imágenes es real. La empresa tecnológica española RepSan llegó a localizar en tan solo dos horas más de 300 páginas web en las que se han viralizado de forma ilegal fotos de mujeres haciendo topless.
Según la Ley Orgánica 1/1982, la captación y el empleo de la imagen de las personas es un delito. La Constitución Española recoge de forma explícita el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. "Se trata de uno de los derechos fundamentales que tiene cada persona física" e "impide la obtención, reproducción o publicación de imágenes sin nuestro consentimiento", explica Sara Sanz Valverde, licenciada en derecho.
Un informe de la Universidad de Washington DC expone que las nuevas generaciones se muestran más reticentes con el ámbito privado. El análisis asegura que los más jóvenes prefieren subir contenido con una duración limitada (como las 'stories' de Instagram) antes que publicar fotos que permanezcan dentro del perfil. Por lo tanto, son ellos los que deciden qué imágenes publican y a quién desean mostrárselo.
"Es verdad que cuando tenemos la sensación de que nos han robado algo relacionado con esta intimidad es muy normal que aparezcan síntomas de ansiedad, estrés", comenta María Gil Ramírez, psicóloga Sanitaria de Psicoline. "Esta desconfianza ante lo que pueda ocurrir en otras ocasiones está muy presente", continúa.
Además, las consecuencias de publicar fotos sin consentimiento son bastante graves. Dependiendo del nivel de importancia y de los individuos implicados, la pena de prisión ronda desde los tres meses hasta los 5 años.
"Que utilicen mi foto de primer plano con otras finalidades si me molestaría", explica una mujer.