Apagón
Pese a que el Gobierno insiste en que la posibilidad de una gran apagón eléctrico es inexistente, cada vez son más las personas que se hacen con bienes de primera necesidad en previsión de un colapso total del sistema.
Austria lanzó la voz de alarma hace unas semanas y la pelota se fue haciendo cada vez más grande, hasta convertirse en algo imparable. Las autoridades del país centroeuropeo pusieron en marcha una campaña de concienciación para que sus ciudadanos estuviesen preparados ante un apagón eléctrico.
No se especificaba fechas ni duración, pero sí se daban consejos sobre cómo actuar en caso de un colapso total del sistema. El Gobierno de Austria, de hecho, ha publicado durante semanas y diariamente un anuncio en el que se habla de esta posibilidad.
Alimentos y productos de ferretería
El tema fue ganando peso hasta ocupar la esfera pública. La noticia saltó al resto de países y, en algunos como España, ha terminado calando hondo. Esa es la razón por la que, desde hace días, cada vez más ciudadanos de esta país van haciendo acopio de alimentos, bienes esenciales y productos de ferretería.
Todo en previsión de un gran colapso del sistema y pese a que el Gobierno insiste en que este escenario es descartable por completo.
Pero en el ambiente flota en primer lugar el gran confinamiento decretado durante la primera ola de coronavirus. También el aumento desorbitado del precio de la luz y el combustible, unido al cierre de gasoductos y el cuello de botella que vive la economía global .
"La gente ha perdido la cabeza"
Todo eso empuja a que una parte de la población no se fíe y haya optado por prepararse para lo peor.
"La gente ha perdido la cabeza. Las mercancías que normalmente vendíamos en cuatro meses se han agotado en una semana", apuntan desde Comafe, la Cooperativa Madrileña de Ferreteros, en declaraciones recogidas por el diario 'ABC'. Y es que las ventas de cocinas de camping gas, linternas y pilas se han disparado en el último mes.