CADA VEZ ES MÁS DIFÍCIL CELEBRARLAS
Granada es una de las ciudades que quiere evitar este tipo de excesos. La ciudad quiere vender cultura y no borracheras, por lo que algunos comercios ya ponen coto al desmadre y no admiten estas fiestas.
En Salamanca no se permiten disfraces que atenten contra la dignidad. Además, usar un megáfono conlleva 750 euros de multa.
Quizás se refieren a este tipo de vestimentas que se ha podido ver alguna que otra vez por las calles de la Latina, en Madrid. El consistorio promete cumplir las ordenanzas municipales con vigilancia policial.
Mojácar es otro de esos destinos populares de los últimos años. El ayuntamiento prohíbe desde este año las muñecas hinchables y otros elementos obscenos. Si se incumple, desde 100 hasta 1.000 euros de multa.
Conil de la Frontera, en Cádiz, también quiere evitar que se asocie la ciudad a este tipo de turismo y han comenzado una campaña de control a las empresas organizadoras y a los inmuebles alquilados a grupos, para que todos se ajusten a la normativa.