Crisis migratoria
Los Cabildos insulares piden soluciones urgentes ante la crisis migratoria, que en 2024 dejó más de 46.000 llegadas y miles de vidas perdidas en la ruta del Atlántico.
La crisis migratoria en Canarias sigue agravándose, llevando al límite las capacidades del Archipiélago como territorio de acogida. En su primera reunión del año, la Federación Canaria de Islas (FECAI), que representa a los cabildos insulares, abordó esta situación calificándola de "crítica".
Según su declaración conjunta, hasta el 12 de enero de 2025, cerca de 2.000 personas han llegado en embarcaciones precarias, sumándose a las más de 46.840 que arribaron durante 2024. Este flujo migratorio masivo, considerado uno de los más letales del mundo, ha dejado más de 10.000 personas fallecidas en 2024, incluidas más de 1.500 niñas y niños.
En su comunicado, la FECAI señaló la falta de acción y la instrumentalización política de esta tragedia. "Observamos cómo esta crisis, que afecta vidas humanas y derechos fundamentales, ha sido utilizada como arma política para atacar al adversario, mientras nuestras islas permanecen abandonadas en el centro de esta disputa", afirmó la federación.
Los cabildos instaron al Gobierno central y al Grupo parlamentario Popular a priorizar la emergencia humanitaria y evitar los enfrentamientos partidistas que perpetúan el problema.
La FECAI subrayó que las soluciones temporales no son suficientes para abordar la magnitud de la crisis. Aunque reconocen el compromiso entre el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, y el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, para plantear una propuesta de reparto de menores no acompañados, la federación considera que es necesario avanzar hacia un modelo estructural. Este debería garantizar "un reparto justo y solidario, bajo un marco normativo que trascienda acuerdos puntuales y se convierta en una política de Estado".
Entre las medidas inmediatas propuestas, los cabildos destacaron la necesidad de reforzar los recursos de acogida en Canarias. Esto incluye habilitar infraestructuras dignas, mejorar los servicios sanitarios y sociales, y contratar más personal especializado para atender a la población migrante, con especial énfasis en menores no acompañados. También plantearon la creación de un fondo económico específico para aliviar la presión sobre los servicios municipales, insulares y autonómicos.
La declaración también instó a la Unión Europea a asumir un compromiso firme con la crisis migratoria en Canarias. Entre sus demandas, la FECAI propuso trasladar migrantes desde el Archipiélago a otros países miembros como parte del mecanismo de solidaridad europeo, priorizando a menores y colectivos vulnerables. Según los cabildos, Canarias no puede ser "el muro de contención de Europa" y exige que la responsabilidad sea compartida.
Finalmente, los cabildos insulares destacaron la importancia de actuar sobre las causas estructurales de la migración irregular. “Instamos a intensificar la cooperación con los países de origen y tránsito para combatir las raíces de la migración irregular, como la pobreza extrema, los conflictos y el cambio climático”, señalaron. Estas acciones, combinadas con medidas locales y el apoyo europeo, son fundamentales para evitar que más vidas se pierdan en la ruta del Atlántico.
Canarias enfrenta una crisis sin precedentes que afecta no solo a las islas, sino también al país y a Europa. "El tiempo de las excusas y los enfrentamientos ha terminado; el momento de la acción es ahora", concluyó la FECAI en su declaración.
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