Agresión en hotel
La agresora está en búsqueda por la Guardia Civil tras lanzar un vaso a la responsable del establecimiento, cortándole el cuello, después de negarse a pagar.
Una turista británica se encuentra en busca y captura por la Guardia Civil de Ibiza después de que, el pasado domingo, agrediese a la directora de un Hotel en la isla balear. La turista británica lanzó un vaso a la responsable de manera que le produjo un profundo corte en el cuello. Según ha informado la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Comandancia de Baleares, la agresión tuvo lugar después de que tuvieran una fuerte discusión ya que la clienta se negaba a pagar la factura.
De nacionalidad española y con 30 años, la directora fue trasladada a la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, donde tuvo que ser intervenida quirúrgicamente hasta en dos ocasiones a causa de los profundos cortes en el cuello que le había producido el vaso arrojado por la turista.
La Guardia Civil mantiene abierta la investigación del caso para poder localizar a la presunta agresora de los hechos, para ello, ha desplegado un gran dispositivo de búsqueda por la isla.
Este no ha sido el único suceso donde los clientes intentan agredir a los directores de los hoteles. Tenemos el caso de un hombre que golpeó al responsable de un hotel en Menorca que intentaba evitar que ocurriese una agresión machista, propiciándole un fuerte puñetazo.
En este acontecimiento, el agresor tenía una orden de alejamiento en Reino Unido de su esposa. A pesar de ello, se la saltó y fue al mismo hotel en el que estaba hospedada su pareja con sus hijas y cometió esta agresión hacia el director del hotel.
Max Weinbinder, el director del hotel, cuenta que el agresor apareció al día siguiente de que su esposa y sus hijas llegasen al establecimiento. En el momento en el que la mujer fue a recepción a avisar de que su marido la había maltratado, este comenzó a insultar y amenazar a una de las recepcionistas.
El director no dudó a la hora de ayudarlas, pero recibió un golpe del agresor al intentar reducirlo. El marido de la víctima huyó del hotel por miedo a que llegase la policía y lo arrestase. Pero finalmente, la Guardia Civil pudo enviar al agresor de vuelta a Inglaterra, donde una vez pisó tierras inglesas, las autoridades del país lo detuvieron.