BEBES ROBADOS
La madre adoptiva de María le contó que a través del párroco del pueblo, al que pagaron 60 mil pesetas, les iban a dar una niña a la que inscribieron con su nombre y apellidos. Tiene dos partidas de nacimiento, una suya y otra de esa primera niña que finalmente murió, por eso tiene también un certificado de enterramiento a su nombre.
Buscando respuestas, María ha visitado su pueblo, Benifairó de los Valles. Ahora entiende por qué sus padres huyeron a Brasil y pasaron allí 10 años de su vida. Por miedo a que se la quitaran. ¿Es María una niña robada? Ella dice que no sabe "si es robada, regalada, vendida...". Su búsqueda continua. Quiere encontrar a su madre biológica, aunque sabe que quizá es demasiado tarde.