NINGUNO SUPERÓ LA PRUEBA
Se busca enterrador en Cálig, un pueblo de Castellón. El Ayuntamiento del pueblo oferta una plaza de funcionario para desempeñar el trabajo de enterrador, y para ello los aspirantes deben superar antes un examen.
El problema surgió cuando de los 22 aspirantes a la plaza ninguno consiguió aprobar. Uno de los vecinos que realizó la prueba, Marco Antonio, afirma que el examen fué muy complicado y destaca una de las preguntas; "¿Qué es una sierra de calar?". Marco Antonio asegura conocer la respuesta pero, al parecer, no era la correcta.
La próxima convocatoria se celebrará a finales de agosto, y el que logre superarla tendrá un sueldo vitalicio de 1.000 euros al mes. Hasta entonces y viendo el fracaso de la primera convocatoria, el Ayuntamiento se está planteando contratar a un trabajador temporal que cubra el puesto durante los meses de verano, que suelen ser los más intensos.