Tomatina de Buñol
El Ayuntamiento de Buñol ha presentado un juego para vivir la Tomatina a través de la realidad virtual ante la cancelación de la multitudinaria fiesta por segundo año consecutivo por el coronavirus. La alcaldesa de la localidad sostiene que esta batalla de tomates será "más universal que nunca".
El coronavirus obligó a Buñol a cancelar su tradicional Tomatina el verano pasado y, aunque este miércoles sus calles tampoco se han vuelto a teñir de rojo, el Ayuntamiento de la localidad ha lanzado una iniciativa para vivirla de una manera muy particular. Si tradicionalmente esta fiesta congregaba a más de 22.000 participantes arrojándose tomates maduros, en esta ocasión se ha buscado una alternativa para incluso llegar a más público, pero evitando las aglomeraciones y respetando las medidas sanitarias: la realidad virtual.
El Consistorio de este municipio valenciano ha presentado 'Tomatina VR Experience', un juego interactivo a través de la tecnología 3D que sumerge al usuario "en una divertida experiencia inspirada en la batalla pacífica más internacional". En él, el jugador deberá esquivar y lanzar tomates, con el paso de camiones incluidos, sufrirá el lanzamiento de agua desde los balcones "y un sinfín de sorpresas que solo jugando se pueden descubrir", ha afirmado la concejala de Turismo, María Vallés, en la rueda de prensa de presentación.
Para trasladarse a esta fiesta virtual, los jugadores deberán poseer unas gafas Oculus Quest, el billete a una experiencia tridimensional completa, "desde el Palo de jabón al paso de los camiones o el bullicio de la batalla". El Ayuntamiento ya ha anunciado que varios de estos visores estarán disponibles en el museo de la Tomatina durante el mes de septiembre.
Al juego, gratuito, no le falta un solo detalle. La banda local Malsujeto pone la música de ambiente con su tema 'Todo del mismo color' para mantener de manera fiel, aunque adaptada a las circunstancias, el día grande de Buñol.
La Tomatina "más internacional"
Lo que comenzó como una gamberrada en 1944 se ha convertido en una tradición sagrada en este municipio de casi 10.000 habitantes que ha alcanzado gran fama e impacto internacional. Y es que esta singular batalla donde, por ejemplo, en 2019 se emplearon 145.000 kilos de tomates no dejan indiferente a nadie.
La alcaldesa de Buñol, Juncal Carrascosa, ha remarcado este miércoles la importancia de mantener viva esta tradición a través de esta iniciativa que convertirá a la Tomatina en "más universal que nunca", adaptada a "cualquier franja horaria o latitud".