Tomatina
El último miércoles de agosto, cada año, se celebra esta tradicional fiesta en la localidad valenciana de Buñol.
Buñol celebra la 76ª edición de su tradicional Tomatina. En unas horas, las calles de la localidad valenciana se teñirán, un año más de rojo. Los camiones, cargados de un total de 150.000 kilos de tomates partieron ayer de La Llosa, Castellón. Durante, aproximadamente un mes, han estado preparando y eligiendo los tomates.
Porque no son unos tomates cualquiera, "es tomate pera y se usa por el color intenso que hace cuando está maduro", muy importante para la finalidad de esta celebración, manchar, lo máximo posible a sus participantes, como decía uno de los vecinos del pueblo: "se viene dispuesto a ensuciarse y a disfrutar".
Es una fiesta de interés turístico nacional y supone un gran atractivo para extranjeros pero también para españoles que llegan de todas las partes del país. Es la segunda edición tras la pandemia y sus asistentes van a poder disfrutar de una hora de una divertida batalla.
Los buñolenses ya tienen todo preparado en las calles de la localidad. Escaparates tapados, fachadas protegidas... Evitan que se ensucien sus negocios y sus viviendas pero no les impide disfrutar de su fiesta. También están preparados los hosteleros, que con la celebración de la fiesta notan como aumentan los clientes.
Como en los últimos años, se prevé unos 15.000 participantes de todos los rincones del planeta en esta batalla incruenta que deja auténticos ríos de pulpa de tomate y que despierta los cinco sentidos. La Tomatina transforma este pequeño municipo del interior de Valencia con una auténtica invasión de turistas, que acuden al "tomate" pero también a la fiesta previa y posterior.
Durante una hora, a partir de las 11, los asistentes a la Tomatina 2023, la segunda edición tras la pandemia, gozarán de una hora de verdadera locura y rememorarán la travesura que cometieron unos jóvenes hace ya casi 80 años, cuyo eco resuena hoy en todo el mundo.