Salud
Esta infección afecta principalmente a recién nacidos y prematuros. La OMS recomienda a los países afectados vigilar los casos e informar al respecto.
Francia fue el primer país en notificar casos, hasta el 31 de mayo, informó de un repunte de bebés afectados. Desde entonces, otros cinco países europeos (Croacia, España, Italia, Reino Unido y Suecia) han comunicado más contagios a la Organización Mundial de la Salud.
El echovirus-11 es una variante de virus que afecta al tubo digestivo. Perteneciente a la familia de los enterovirus puede causar infecciones respiratorias leves, pero también patologías más graves como meningitis o encefalitis. Suele aparecer en mayor medida en niños recién nacidos y también puede suponer complicaciones en bebés prematuros nacidos antes de las 37 semanas de gestación. Algunos de los síntomas más comunes son los cuadros febriles y gastrointestinales y las erupciones en la piel.
Puede transmitirse verticalmente de madre a hijo, lo que dificulta el control de las infecciones. La falta de una terapia antiviral específica para hacer frente a la infección supone que el tratamiento se base en la prevención de las posibles complicaciones derivadas.
La OMS considera que el riesgo para la salud pública es bajo, pero recomienda a los países afectados vigilar los casos e informar al respecto. Además, aconseja a los centros de salud que atienden a los recién nacidos familiarizarse con los síntomas y mantenerse alerta ante un posible brote.
Este año España ha notificado dos casos de echovirus. Uno de los niños falleció.
Francia fue el país en despertar la alerta cuando el el 5 de mayo de 2023 notificó un aumento de los casos de sepsis neonatal grave asociada a enterovirus con un total de nueve casos de sepsis neonatal con insuficiencia hepática y falla multiorgánica con siete muertes entre julio de 2022 y abril de 2023 en cuatro hospitales en tres regiones de Francia.
A los casos confirmados en Francia, cabe sumar uno registrado en Croacia, siete infecciones en Italia, cinco en Suecia y dos en Reino Unido.
El echovirus-11 puede provocar malestar, erupciones cutáneas, fiebre, dolor de garganta, dolores muscular y articular. También puede acarrear síntomas respiratorios como tos y congestión nasal.
La enfermedad puede llegar a complicarse y causar patologías más graves como meningitis o encefalitis.