Coronavirus
El primer ministro británico Boris Johnson prepara un plan para convencer a los británicos de que deben perder peso, tras un estudio que destaca la obesidad como un factor agravante del nuevo coronavirus, en concreto agravaría un 40 % los riesgos añadidos. Se da la circunstancia doble de que Johnson estuvo enfermo de Covid-19 y es uno de los ejemplos del sobrepeso que caracteriza a muchos ciudadanos del primer mundo. Dice el Gobierno británico que "la covid-19 nos ha recordado los riesgos inmediatos y a largo plazo del sobrepeso". También ha recibido muchas críticas por su gestión de la pandemia.
"Lucho contra mi peso"
Johnson confesó que mantiene una pelea constante con la báscula y reconoció que tenía "mucho sobrepeso" cuando padeció la COVID-19 el pasado mes de abril. El dirigente conservador efectuó esas declaraciones en un mensaje de vídeo publicado para lanzar una campaña nacional contra la obesidad: "He querido perder peso desde hace mucho tiempo y creo que, como mucha gente, lucho contra mi peso. Subo y bajo. Pero desde que me he recuperado del coronavirus, estoy mejorando mi forma constantemente", dijo el "premier". Ahora, detalló, comienza el día corriendo con su perro, a un ritmo "muy ligero", pero destacó que cada vez va más rápido, "a medida de que me pongo más en forma". "Hay razones de salud, pero también hace que te sientas mucho mejor. Y eso es lo principal, que, de hecho, tendrás más energía si pierdes peso", agregó Johnson.
Toma de conciencia
"Vamos a exhortar a los ciudadanos a aprovechar este momento para reflexionar sobre su modo de vida y adoptar medidas simples para perder peso, vivir sanamente y reducir la presión sobre el NHS", el sistema de sanidad público británico. Según 'The Guardian', quieren destinar 10 millones de libras (11 millones de euros) para estimular a la mitad de la población británica a tomar conciencia de los problemas derivados del sobrepeso y adquirir costumbres más saludables.
Se ha anticipado que incluirá prohibir la publicidad de la comida no saludable en todos los casos en los medios en línea y antes de la noche en la televisión. También que las cartas de los restaurantes incluyan las calorías de los platos o que las bebidas tengan etiquetas con estos detalles.