Día Mundial de Cóvid Persistente
Se calcula que dos millones de españoles arrastran Covid persistente. Las secuelas de la enfermedad persisten en muchos pacientes, que pueden llegar a desarrollar hasta doscientos síntomas distintos.
Blanca es sanitaria. Se contagió de Covid en enero de 2022, cuando por trabajo realizaba test de antígenos en un centro médico: "Tuve una carga viral de cinco semanas". La enfermedad desembocó en múltiples síntomas: "tuve una hemiplejia en medio lado de la cara, bronquitis, problemas de visión", cuenta. Y las secuelas del Covid le cambiaron la vida.
Consiguió la baja laboral, porque al ser profesional sanitaria "me lo reconocieron como enfermedad profesional". Sin embargo, a los pocos meses se quedó sin trabajo: "Después de despedirme yo seguía enferma", explica.
Su estado físico empeoró aún más: "Empecé a perder la fuerza de todo el cuerpo, hasta prácticamente no poder andar". Desde entonces su vida ha cambiado radicalmente. "Es un calvario. He tenido que ir a un montón de médicos por lo privado, por lo público", añade.
Como otros pacientes de Covid persistente, Blanca denuncia la poca empatía de algunos médicos: "Los médicos no nos hacían caso, nos veían como seres extraños".
Aunque no hay registros oficiales, se calcula que dos millones de pacientes padecen Covid persistente. Todos relatan los mismos efectos secundarios de la enfermedad: problemas digestivos o respiratorios, pérdidas de memoria, cansancio extremo...Los pacientes pueden desarrollar hasta doscientos síntomas distintos.
Elizabeth Semper, presidenta de la Asociación de Covid Persistente se contagió en la primera ola, en febrero de 2020 y desde entonces la enfermedad no la ha abandonado. Y como todas las víctima se siente en un limbo, porque de momento, no hay tratamiento médico para aliviar las secuelas.
"Esta enfermedad evoluciona de forma muy irregular y nos expone ante un futuro incierto, donde no podemos estar seguros de que podamos recuperar una salud normal", dice Semper.
La presidenta de SEMG y de la Red española de investigación de Covid persistente, Pilar, reconoce que hay un gran "agujero negro" ante la falta de registros, aunque se calcula que unas dos millones de personas sufren Covid persistente en España.
"La Covid no solo limita la salud", explica, "también limita los aspectos de ocio, familiar y fundamentalmente laboral". Cuatro años después solo el 15% de los pacientes pueden desarrollar su trabajo de forma normal. "Todos los demás tienen distintos grados de afectación, y un 9% ha perdido su trabajo por estas secuelas", añade.
De los afectados por Covid persistente, una cuarta parte sigue de baja laboral. "Estos pacientes tienen muchas necesidades de atención y de reconocimiento y que el sistema sanitario sea accesible y equitativo con ellos", concluye Rodríguez Ledo.
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