FESTIVIDAD DE SEMANA SANTA
Benedicto XVI ha celebrado este domingo la misa de Pascua de Resurrección y ha pedido para que la luz "de la paz y de la dignidad humana venza las tinieblas de la división, del odio y la violencia" en Oriente Medio y para que esta paz llegue también "a los pueblos" que sufren "un tiempo de pasión".
Desde la Galería de las Bendiciones, que se asoma a la Plaza de San Pedro, el Pontífice ha pronunciado su mensaje pascual, en el que ha pedido para que en Libia "la diplomacia y el diálogo ocupen el lugar de las armas y, en la actual situación de conflicto, se favorezca el acceso a las ayudas humanitarias a cuantos sufren las consecuencias de la contienda".
Además, el Papa ha recordado la situación que sufre el Norte de Africa y Oriente Medio y ha invitado a "todos los ciudadanos, y particularmente a los jóvenes" a esforzarse "en promover el bien común y construir una sociedad en la que la pobreza sea derrotada y toda decisión política se inspire en el respeto a la persona humana".
Pide la paz en Costa de Marfil
El Pontífice no ha olvidado la crisis migratoria que viven los países del Mediterráneo, en particular Italia, ante los conflictos en el Norte de Africa y ha pedido que "llegue la solidaridad de todos a los numerosos prófugos y refugiados que provienen de diversos países africanos y se han visto obligados a dejar sus afectos más entrañables".
Ante más de 70.000 peregrinos que han abarrotado la Plaza de San Pedro y que han aplaudido varias veces durante su discurso, Benedicto XVI ha invitado a los cristianos y "a todos los hombres de buena voluntad" a "abrir el corazón a la acogida" para que "de manera solidaria y concertada se puedan aliviar las necesidades urgentes de tantos hermanos".
Tras la celebración dela misa de Pascua, el Pontífice ha invitado a los pueblos de Costa de Marfil a recomponer "la convivencia civil" donde "urge emprender un camino de reconciliación y perdón para curar las profundas heridas provocadas por las recientes violencias".
Recuerda el tsunami en Japón y las persecuciones a los cristianos
Como ya hiciera en una entrevista realizada en la televisión pública italiana, Benedicto XVI ha subrayado que espera que Japón "encuentre alivio y esperanza" en estos momentos "en que afronta las dramáticas consecuencias del reciente terremoto" y también lo encuentren "aquellos países que en los últimos meses han sido probados por calamidades naturales que han sembrado dolor y angustia".
Una niña japonesa de 7 años, Elena, preguntó al Papa a través de un programa de televisión porqué tenía que sufrir y "tener miedo" tras el tsunami que ha asolado el país nipón, a lo cual el Pontífice le dijo que "no tenía la respuesta" pero que estaba convencido de que "Dios os ayuda y está de vuestra parte".
El Pontífice ha recordado también en su mensaje los atentados sufridos por las comunidades cristianas en Pakistán, Irak o Egipto en los últimos meses y ha pedido que "el anuncio de la resurrección victoriosa" de Jesús infunda "valor y confianza" a quienes "sufren contrariedades e incluso persecuciones a causa de la propia fe en el Señor Jesús".
En el cielo, ha explicado el Papa, "todo es paz y regocijo" pero "en la tierra, lamentablemente, no es así" porque "aquí en nuestro mundo, el 'aleluya' pascual contrasta todavía con los lamentos y el clamor que provienen de tantas situaciones dolorosas".
Sin embargo, ha recordado el Papa, Cristo "ha muerto y resucitado precisamente por esto" porque "ha muerto a causa de nuestros pecados de hoy y ha resucitado también para redimir nuestra historia de hoy".
"Por eso, mi mensaje quiere llegar a todos y, como anuncio profético" también a los pueblos en conflicto, para que "Cristo resucitado les abra el camino de la libertad, la justicia y la paz" ha añadido el Pontífice.
La resurrección de Jesús no es una experiencia mística
La resurrección de Cristo, ha recordado el Papa, no es "una especulación, una experiencia mística" sino que es "un acontecimiento que sobrepasa ciertamente la historia, pero que sucede en un momento preciso de la historia dejando en ella una huella indeleble".
En una Plaza de San Pedro decorada con más de 41.000 flores provenientes de Holanda, el Papa ha destacado que "La luz" de Jesús "ha atravesado el tiempo y el espacio" y "ha roto las tinieblas de la muerte y ha traído al mundo el esplendor de Dios, el esplendor de la Verdad y del Bien".
Después de celebrar la misa de Pascua de Resurrección, el Papa subió a la galería de las Bendiciones, que se asoma a la Plaza de San Pedro y, tras felicitar la Pascua en 65 idiomas, ha dado la bendición 'Urbi et Orbi'. A los españoles y todos los participantes de lengua hispana, el Papa ha declarado que "os deseo a todos una buena y feliz Pascua, con la paz y la alegría, la esperanza y el amor de Jesucristo Resucitado".
Esta tarde, Benedicto XVI se trasladará a la villa de Castellgandolfo para pasar una semana de descanso y tan sólo se trasferirá de nuevo a Roma para presidir la beatificación de Juan Pablo II el próximo domingo 1 de mayo, día en el que la Iglesia celebra el Domingo de la Divina Misericordia, una fiesta instituida por Karol Wojtyla.